Reto CL: La orden

Nueva entrega del reto de Café Literautas, este mes sujeto a la frase del principito «caminando en línea recta, no puede uno llegar muy lejos». Una vez más me gustaría agradecer las desinteresadas colaboraciones de los compñeros de la web: Isan, Isabel Caballero, Estrella Amaranto, Carlos Jaime, Wanda, Bea, Verso suelto, Menta, Lucho, alguno que me deje y todos lo que pasaron sin más


La Orden
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Caminando en línea recta, no puede uno llegar muy lejos...
    El líder siempre comienza sus discursos con la misma frase. La gente se aglutina en torno a su púlpito, justo en la cima de la empinada escalinata que lleva de su mansión a la plaza mayor. Por ley es obligatorio. La estratificación social también se percibe en la masa oyente. En la periferia de la misma se unifican los peones, es el rango social más bajo y numeroso, el resto va posicionándose de menor a mayor en relación a la proximidad de la escalinata. La última hilera corresponde a los altos generales. Por encima de ellos solo está el Líder.
    —...Los contrarios a la Orden han intentado derruirnos...
    El gentío parece asentir, victorioso, solo Jonan, uno de los altos generales, no lo siente así. Sobre todo desde que, tras su última misión, dejó de administrarse la droga; ese compuesto que fue impuesto para mitigar los ánimos sociales y transformar al sujeto en algo más cercano a un autómata que a una persona. Se llamó «la vacuna».
    —...Las guerras, los conflictos fronterizos, las crisis económico-comerciales... todo ha sido aniquilado gracias a la Vacuna y la Orden...
    Jonan mira de reojo a sus iguales. Solo los altos oficiales están exentos del control de toma; las dosis se las administran ellos mismos. Pero el resto del pueblo está sujeto a unas normas de control tan exhaustivas que tratar de evitarlas es imposible.
    —...Sin embargo, traigo buenas noticias: la rebelión ¡ha sido neutralizada!
    Ante ese comentario toda la gradería estalla en vítores, todos menos los altos cargos, sobre todo Jonan que todavía tiene en mente esa maniobra macabra. No ha podido aún olvidarla.
    Ya casi no quedaba nada de la supuesta rebelión, solo pequeñas escaramuzas que podrían haber pasado sin pena ni gloria. El batallón de Jonan los interceptó por sorpresa mientras husmeaban en los vertederos periféricos. Solo eran un grupo de niños y mujeres. Gente indefensa buscando alimento que fueron masacrados sin piedad.
    Cuando volvió fue condecorado como el artífice del fin de la resistencia. Pero la barbarie vivida dejó unas secuelas tales que empezó a repudiar todo lo concerniente a la Orden, inclusive, la Vacuna.
    —No obstante, hay una mala noticia —dice entonces el Líder acallando los vítores—, aún no estamos a salvo; entre nosotros hay individuos que han comenzado a rechazar la vacuna...
    Un mar de murmullos se apodera de la plaza. Incluso los altos ejecutivos pierden la compostura y comienzan a susurrar entre ellos. Jonan no puede creérselo. Desde que dejó de administrársela ha sido cuidadoso y ha obrado siempre con el automatismo que muestra la gente... ¿es posible que el Líder tenga otros mecanismos de espionaje que trasciendan más allá de los altos ejecutivos?
    —¡Silencio! —brama el Líder—. Tenemos que dar caza a los nuevos rebeldes.
    Jonan siente la tensión que ese comentario ha provocado en los oyentes. O puede que sea la suya propia reflejada en la gradería. Mira de reojo a los lados. Es posible que de un momento a otro aparezcan dos cazadores y salten a por él. Sigilosamente, desabrocha el seguro que mantiene su arma. Lo cogerán, pero se llevará a alguien a la tumba.
    —¡Atrapadle! —grita de pronto el Líder.
    Jonan da un respingo, y se da la vuelta con el arma en la mano. Pero nadie ha ido a por él. De hecho, ni siquiera sus compañeros se han dado cuenta de que ha sacado el arma. Entonces, oye un grito proveniente del fondo de la plaza. Es un peón; una muchacha. Tres cazadores la han apresado.
    Una vez se la llevan, el Líder vuelve con una renovada perorata, ahora contra la nueva revolución.
    Jonan respira. Había creído que irían a por él, pero solo ha sido una coincidencia. Algo que no entiende. A parte del minucioso y macabro control a que son sometidos, en ese estrato social es imposible sobrevivir sin las tomas obligadas. Entonces se da cuenta de una cosa y comienza a entender: la rebelión es necesaria como otro mecanismo de opresión para mantener al pueblo unido contra algo, aunque sea inventado.
    El discurso se prolonga, pero Jonan tiene la mente en otro lado. No va a permitir que ahora masacren a los pobres e inocentes peones. Es más, piensa sacar provecho de eso. Como alto cargo, puede hacer llamar a quien quiera como maniobra interrogatoria. En la intimidad de su maquinación organizará una nueva rebelión. Será difícil y seguramente acabe muriendo, pero, como dice el Líder, caminando en línea recta, no puede uno llegar muy lejos...



Imagen sacada de internet, si está sujeta a derechos que se me avise y la retiraré.

14 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Hola, Chema, muchas gracias por pasar!!!
      Un abrazo.

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  2. Gracias por la mención de agradecimiento, pero no son necesarias, en cualquier caso hay que dártelas a ti por los relatos que nos regalas. Un abrazo.

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    1. Isan, tus visitas siempre son atentas y con atino, siempre son de agradecer junto con las sugerencias. A ver que se nos ocurre con Hill House, este mes estoy muy a toppe.
      Un abrazo!

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  3. ¡Hola, Pepe! Joder, no sé si es una distopía o un avance de lo que vivamos en el 2030 si seguimos por estos derroteros, je, je, je... Un relato que Orwell suscribiría y aplaudiría. Y es que el control de masas es el futuro, el pueblo es aquello que el poder definirá como pueblo, los lazos personales algo molesto que aparta al individuo de su amado líder que nos protege, nos cuida, nos educa, nos castiga, nos enseña lo correcto... Bueno, ya empiezo a "conspiranoiar". Excelente relato!! Un abrazo!

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    1. Jajaja, pues yo creo que de pandemia queda poco, la gente ya está cansada y dentro de poco comenzaremos con otra trending.
      Muchas gracias por pasar y por tan amables palabras, hoy en día, el tío Orwell haría unas cuantas sagas.
      Un abrazo!

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  4. ¡Me ha encantado! Eso sí, hace reflexionar, no quiero ni pensar que necesitemos a más de un Jonan para salir de una situación así con "la vacuna". Besos :D

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    1. Margarita! Me alegra mucho que te gustara. En esta situación todos somos Jonan antes de que se pueda corromper.
      Un abrazo!

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  5. No sé si eres un visionario o simplemente un tipo con una gran imaginación, je,je.
    Muy bueno.
    Un abrazo.

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    1. Ajaj, pues espero ser más de lo segundo que de lo primero, porque últimamente solo veo que conspiraciones, jeje.
      Muchas gracias por pasar y otro abrazo

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  6. Hola, Pepe
    Un magnífico relato de ciencia ficción presente y futura. Me ha encantado el personaje principal es muy relevante para la trama y para desvelar los entresijos de este complejo universo. Me gustó muchísimo!
    Abrazo

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    1. Hola, Yessy!
      Pues me alegra mucho que te gustara, sobre todo por el pobre de Jonan, que de momento, está solo en ese universo, jeje.
      Un abrazo!

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  7. Hola, me ha gustado llegar hasta tu blog.
    Este relato parece un adelanto de un futuro incierto... Ya sé que es todo imaginación e improvisación pero... 😁
    Saludos

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    1. Hola, Rosa, pues sé bienvenida por estos lares. Y sí, todo lo que aquí puedas leer es solo imaginación y poco más, ni siquiera mala idea, XD
      Un abrazo!

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