—Ramírez, Ramiro Ramírez.
—Agatha Bleck, encantada.
—¿Una copa?
—Por su puesto.
—Permítame el bolso.
—No hace falta.
—Insisto.
—No, no… ¡Joder!
—Agente Bleck, ¿ocurre algo?
—El moscón este; me ha pillado el bolso.
—Acérquese al micro, con el barullo de fondo no oímos bien.
—¿Que me acerque? No puedo hablarle a mis tetas en medio de la inauguración, este traje tan ceñido y descocado no es apto para llevar micros.
—Bien, pues pronuncie claro. ¿Qué ha ocurrido?
—Que un imbécil acaba de cogerme el bolso
—Interesante, puede que sea nuestro hombre.
—¿Ese? No, solo es un ricachón que quiere llevarme al huerto, además..., ¡madre mía! Este tío no es nuestro hombre.
—¿Por qué? Ya sabe que debe describirnos todo o que vea.
—Ha tropezado con un camarero y su bandeja de canapés. Menudo estropicio. Ha manchado a varios comensales.
—Puede que esté disimulando.
—¿Disimulando? No. Está asustado, acongojado, y ahora se escabulle, y con mi bolso, ¡será imbécil!
—Sígale.
—Ese no es nuestro hombre.
—Le ha robado el bolso y se escapa, es él.
—No se escapa, va al baño…, un segundo; ¡se desvía!
—¿Hacia dónde?
—Hacia una salida de emergencia.
—Vaya tras él. Y no tenga cuidado, si ese sujeto es quien creemos está en peligro.
—¿Peligro? No sé, parece inofensivo.
—¿Inofensivo?, experto en robótica, científico, detective privado, pintor, asesino despiadado... Llevamos una década detrás de él.
—Entendido.
—Y no deje de describirnos lo que vea.
—Vale... Accedo por la salida de emergencia, hay una escalera de metal.
—¿Lo ve?
—No. Oigo pasos bajando por ella. Está oscuro. No me gusta. Debería volver. Sin mi bolso no tengo ni linterna ni pistola.
—¿No hay luces?
—Solo unos maltrechos tubos fluorescentes.
—Perfecto, y mejor quítese los tacones, así no la oirá.
—Joder.
—Y relájese, sus pulsaciones están llegando a colapsar el audio.
—¡Oh! Perdonen si no oyen mis susurros, pero caminar en la penumbra, descalza sobre una superficie metálica y fría y siguiendo a un supuesto asesino me pone un poco nerviosilla.
—El sarcasmo no es amigo de la prudencia. Y avise cuando llegue bajo.
—Ya lo he hecho.
—¿Lo ve?
—No, solo un par de pasadizos.
—Tome uno.
—Una mierda, esto parece un laberinto.
—Tranquila, tenemos los planos del sótano, usted vaya describiendo lo que ve y la orientaremos.
—Vaya plan de mierda.
—¡Hágalo!
—¡Está bien! Veo un pasillo oscuro lleno de recodos y bifurcaciones, suelo de cemento puro, tuberías en las paredes, parecen de la caldera.
—¿Oye algo?
—No, y los tubos fluorescentes no dejan de dar chispazos, me voy a quedar a oscuras... ¡Esperen! Voces, oigo voces. Están cerca, están… ¡Vaya! Entro en una sala grande, un almacén. Hay gente hablando.
—¿Nuestro hombre?
—No sé, solo veo cajas.
—Acérquese.
—Ni hablar, no soy agente de asalto, ¿recuerdan? Mi especialidad es la seducción.
—Ha de hacerlo, por lo menos necesitamos reconocerlo.
—Joder...
—Y no deje de describir lo que vea.
—¡Que sí! Veo cajas. Me agazapo detrás de una. Los oigo cerca. Demasiado. No pienso acercarme más.
—¿Tiene visual?
—Sí. Están en el centro. Hay mucha reverberación. Veo al tal Ramiro hablando con otro hombre trajeado. Discuten, o por lo menos el otro parece enfadado. Ramiro ríe, o eso creo, y ahora, ¡mierda! ¡Mierda, mierda, mierda!
—¿Qué pasa?
—Se lo ha cargado con un cuchillo, y... ¡No! ¡¡¡Me ha visto!!!
—¡Lárguese!
—¿Qué creen que estoy haciendo? ¡Joder, este vestido es una mierda!
—Rásguelo.
—Cállense y díganme por dónde ir.
—Tome... Tome el pasadizo a la derecha.
—¿Qué? Aquí nada va hacia la derecha.
—Pues el otro. ¿Ve una bifurcación cuádruple?
—¡No!, veo un pasillo largo, eso y mi puta muerte.
—¡Los tubos!, antes ha dicho que habían unos tubos de la caldera, ¿los ve?
—Están por los laterales.
—Sígalos, si llega... a la zona de máquinas podrá.... salir por... los conductos... de... ventilación.
—¿Qué ocurre, os oigo tan mal?
—Interferencias... ¿Llega?
—No. Solo veo tubos, se van haciendo más gruesos, incluso del techo salen otros que se unen con los de la pared. Parece que voy en buena dirección... ¡Sí! Una puerta. ¿Qué hago? ¿Me oyen? Mierda de agentes. ¿Me oyen? Parece cerrada, no… solo estaba atrancada. Vale, ahora ya estoy dentro de la sala. ¿Dónde voy? ¡Oigan! ¡Hijos de la gran puta! ¿Qué hago ahora?
—A… ¿Agente? ¿Me… oyes...?
—Sí, pero con una voz muy rara.
—La interferencia... ¿Dónde estás?
—Estoy en la puñetera sala de máquinas.
—¿La sala de máquinas? ¡Maldita idiota! ¡Detente!
—¿Cómo? Si vosotros me dijisteis que…
—Ya, pero ahora te digo que te des la puta vuelta.
—Pero…
—¡Escucha, pedazo de idiota! La sala de calderas no tiene salida, si te pilla ahí estás muerta. Solo has de recorrer unos metros de vuelta y torcer por el primer cruce.
—¡No…! Oigo algo, viene alguien. ¡Está cerca!
—Solo son unos cien metros, imbécil, ¿quieres una lucha cuerpo a cuerpo sin tu arma?
—No... Un segundo, ¿quién eres? Esa voz tan rara, malos modos..., eso no lo hacen las interferencias.
—No, no es la interferencia, y permíteme que te diga que tenéis una mierda de equipo; no me ha costado nada hackear vuestra línea.
—Joder..., experto en robótica, asesino... Eres tú, ¿verdad? ¡Eres nuestro hombre!
—Premio.
—Y justo te he dicho dónde estoy. Tú haces esos ruidos que estoy oyendo.
—Doble premio
—¿Vas a matarme?
—Depende, ¿sabes quién soy?
—No, solo tengo un nombre, una cara y... ¡mierda!
—Sí, mierda... Debiste esperar las copas...
Buenísimo.
ResponderEliminarSuerte en el concurso.
Un abrazo, Pepe.
Muchas gracias, Chema, me alegra que te gustara.
EliminarUn abrazo!
Muy divertido, realmente bueno y fresco.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Aldaba,
EliminarUn abrazo!
Hola, Pepe. Muchas gracias por participar en el reto. Que tengas mucha suerte.
ResponderEliminarGracias a ti, Bruno.
EliminarUn abrazo!
Una estupenda mezcla de suspense y humor solo superable por el superagente 86, je, je,
ResponderEliminarYa estabas tardando en participar en el concurso, Pepe. Que la suerte te acompañe, no como a tu agente femenina.
Un abrazo.
El agente 86, ese sí que es insuperable, jejej. Me costó el reto, o eso o estoy falto de vacaciones, pero algo de fuerzas saqué, casi al término.
EliminarUn abrazo, Josep!
¡Uf, Pepe! Eres un genio con los diálogos. Sin ninguna narración, solo dando voz a la protagonista dibujas una escena caótica y divertida con muchísima naturalidad. Me ha encantado. Un relato muy medido y fantásticamente construido. La sorpresa final estupenda también.
ResponderEliminarMarta! Ya me conoces, y me encantan, y muchas veces tengo que agarrarme para no dejarme ir por ellos, pero en este dije, allá que voy. La verdad es que nunca había hecho algo tan largo con puro diálogo, un plus que también me quebró la cabeza.
EliminarMe alegra que te gustara
¡¡Qué bueno!! Me has tenido fascinada todo el tiempo, no podía dejar de leer. ¡Genial!
ResponderEliminarFascinado me dejas con tus comentarios, Margarita.
EliminarUn fuerte abrazo y gracias por pasar!
Hola Pepe, ¡qué buena participación! Un relato lleno de acción y buenos diálogos que lo transportan a uno a escena. El final, de lo mejor. Me gustó. Mucha suerte en el concurso.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana.
EliminarUn abrazo
Mucho humor y mucha tensión en esos diálogos fantásticos que pintan no sólo la situación sino especialmente al personaje. Estupenda historia. Un aplauso. Y un abrazo
ResponderEliminarLa experta en seducción quedó en manos del experto de la tecnología, que interceptó en la comunicación. Y la llevó a una trampa.
ResponderEliminarNo siempre sale bien la misión. La espía está en peligro, en este relato con final abierto.
Saludos
Cuanto más preparado vayas mejor, Demiurgo, y la damisela está corta de recursos, me temo yo que...
EliminarUn fuerte abrazo!
Realmente muy bueno, ese diálogo constante hace sentir que uno está viviendo esa situación, que corre, ajusta el vestido, el latir del corazón, muy bueno.
ResponderEliminarSaludos.
PATRICIA F.
Muchas gracias, Patricia, el esfuerzo está valiendo la pena.
EliminarUn abrazo!
Vaya rimto frenético. Ha sido un no parar hasta llegar al climax. Además, sin narrador. A la piscina totalmente. Creo que sales muy bien parado, se nota el oficio, amigo. Mucha suerte en el concurso. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarHacia calor, Pedro, y vi esa piscina como una válvula de escape necesaria, jajaj. Me alegra que te haya gustado, Compañero.
EliminarUn abrazo!
Muy buen relato Pepe, hemos seguido frenéticamente la carrera de la protagonista, como si estuviéramos junto a ella. Suerte en el concurso.
ResponderEliminarUn saludo!
Muchas gracias, Antonio.
EliminarUn abrazo!
Un relato muy divertido, lleno de tensión, pareciera que el espía (y que también es pintor lo cual lo hace muy peligroso) al que persiguen está a otro nivel, muy eficiente y ellos los que persiguen un tanto novatos, me ha divertido y a ratos también me da tensión porque estar encerrada, con la ropa rasgada y descalza en un sitio oscuro no es agradable, preguntámelo a mi que he estado así en más de una ocasión.
ResponderEliminarVaya, Lucy, no querría estar en esa situación, ufff. Sí, el bueno de Ramiro es un todoterreno, ya he abusado de él en muchos relatos, y en este casi fue al revés, él abusó de mí.
EliminarUn fuerte abrazo!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarRR, o mas bien, como él se presenta al principio R, RR. que hacía tiempo que no salía y que siempre da muy buen juego y mas aqui, que su aire misterioso viene como anillo al dedo.
ResponderEliminarMuy logrado el tempo cada vez mas vertiginoso, animado por las entradas cortas sin acotar. Tambien muy bueno el efecto de los puntos suspensivos crecientes para mostrar el inicio de las interferencias, y su final cuando la señal ha sido definitivamente jaqueada. Hay que decir , en apoyo de la chica que su equipo era bastante desastre ya antes de que interviniera el hacker.
Ah si... jajjaj, la bifurcacion de cuatro pasillos jjaja
abrazo, Pepe, y suerte en el concurso
El equipo es una birria, y con los planos queda patente, la empujan a ella a enfrentarse al temible RR, y este juega con ellos como quiere. Jajaja. Me alegra que te acuerdes de Ramiro, este año aún no había salido al ruedo, pero ya tocaba.
EliminarUn fuerte abrazo, compañero
Hola Pepe, ¡vaya! Todo diálogo de películas de espías, humor, frases rápidas, sentenciosas, movimiento, agilidad y...
ResponderEliminarPor cierto, tengo yo un reto de microteatro en mi blog por si te animaras a participar alguna vez, ya en septiembre lo retomo, pero creo que no tendrías ninguna dificultad viendo lo visto.
¡Suerte! Un abrazo. :)
Pues Merche, me encantaría participar en tu blog, cuando llegue el reto no olvides recordármelo si no lo hago yo.
EliminarMuchas gracias por pasar y un fuerte abrazo!
Trepidante diálogo! Estoy de acuerdo con Ramiro... "vaya mierda de equipo"! Ja, ja" Pobre Ágata! La dejaron con el culo al aire! Je, je! Un abrazote y mucha suerte en el concurso!
ResponderEliminarSí, son unos torpes de cuidado, Marifeltia, como miembros de la "T.I.A.". Un fuerte abrazo y muchas gracias por pasar
EliminarUn agente adversario fantastico, que logra derrotar a los poco diestros agentes "buenos", básicamente los destrozó con un solo brazo.
ResponderEliminarJajaja, ya ves, le costó muy poco.
EliminarMuchas gracias por pasar, Jose, y un fuerte abrazo!
Tras el espectacular salto de trampolin los jueces tienen que levantar dos veces sus cartelitos, la primera para puntuar la técnica, la segunda, para la ejecución. Pero uno de ellos, el más atolondrado, permanece inmóvil. El juez principal se inquieta.
ResponderEliminar-Isra, ¿ya estamos otra vez?
-El caso lo precisa.
-Los cojones.
-A veces pienso que ustedes no disfrutan de esto.
-Dejemoslo estar. Venga, hay gente que ha pagado una entrada. ¿Qué me dice de la técnica?
-Pues que me faltan números. Estos carteles solo llegan hasta el diez.
-No me jodas.
-Mira, ese tipo ha rizado el rizo, lo ha hecho todo con diálogos limpios, sin acotaciones, sin discendi, sin una sola frase declarativa, todo, absolutamente todo, se percibe a través de las voces de los personajes y en todo momento sabes donde estás y lo que ocurre. Eso raya la perfección en la forma. Ahi estariamos casi en el diez, pero hay más. No contento con subirse la dificultad, se acoge a la segunda persona para un narrador que, en realidad, no existe. La jodida e innombrable segunda persona. Y, aun así, entra en el ayya sin salpicar una sola gota. ¿Si levanto el cartel del diez con una mano y el del dos con la otra se entenderá bien la idea?
-Solo uno, desgraciado, apañate como puedas. Y de la ejecución, ¿qué? Y no me vengas con otra frikada de las tuyas.
-Ya sabias como las gasto cuando me llamaste para esto, no me vengas ahora con melindres. Pero, venga, vamos con la ejecución.
-Vamos, si, vamos ya, que se están levantado ya en las últimas filas.
-Pues otra pasada. Pese a las restricciones que se autoimpone, la cosa tiene ritmo, in crescendo, y trama. Y aunque la trama se subordine a la acción, mete un giro con tirabuzón que es ya de otra division. Porque, además, hace tramas, y ninguno os habéis dado cuenta, que es el summun de las trampas: en un momento dado el némesis interviene la radio y suplanta al jefe de la espalda, pero el muy cabrito sigue escribiendo sus frases en cursiva, cuando esa voz se escribía en un tipo estandar al principio: es decir, que la cursiva no estaba asignada al hablante, como es de rumores, sino al canal, como solo haría un artista. El engaño es sublime y le da credibilidad a ese giro narrativa, solo por eso ya tiene un diez. Pero, además, nos deja un final abierto, gota de ironia, huye de tópicos y, sobre todo, le hace el enorme regalo al lector de dejar a su protagonista en un callejon sin salida para que cada uno decida su suerte.
-Resumiendo...
-Que aquí faltan números, joder. Pide mas presupuesto la próxima vez.
Abrazos, Pepe.
Joder, el maldito movil se ha cepillado palabras a tutiplen: entra en el AGUA, hace TRAMPAS, al jefe de la ESPIA, como es de RIGOR, ese giro NARRATIVO, gotaS de ironía...
Eliminar¿O va a ser que tengo que ir al Afflelou?
Isra! Si pudiera mostrar los colores que me has dejado estas letras estaría escribiendo en rojo, pero rojo del verbo colorado. El análisis ensalza al relato a la par que juegas con el doble juego de palabras asociado al piscinazo que me propuse. El análisis no solo hace que alegrarme y mucho, porque la dificultad, por lo menos para mí, fue grande al tratar de mostrar todo sin que quedara impostado; porque como bien sabes, y además lo demuestras con tu comentario, dar naturalidad a un diálogo está a un fino paso entre lo artificioso y lo innecesario.
EliminarMe alegra mucho haberme tirado a la piscina, haber intentado el tirabuzón y lograr una zambullida refrescante y con ello haberte animado a contrarrelatar mi relato, jajaja, eso puede sentar un juego de comentarios muy gracioso.
Un fuerte abrazo y muchas gracias por pasar y tomarte el tiempo y trabajo de elaborar un comentario tan jugoso a la par que divertido e ingenioso.
E Isra nos ha regalado un contra-relato en las mismas condiciones. ¡Bravo a los dos! Y un saludo para cada uno.
EliminarHola Pepe muy buena historia, y el dialogo trepidante. Suerte y un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ainhoa.
EliminarUn abrazo!
Buenísimo, Pepe, es para ovación. Los diálogos que nos van llevando y le dan tanta agilidad a la acción, ufff, magnífico. Enhorabuena. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Lola, me alegra mucho que te haya gustado.
EliminarMuchas gracias por pasar y un abrazo!
Unos diálogos fantásticos que le dan al relato un ritmo trepidante. La descripción según van transcurriendo toda la trama es muy acertada
ResponderEliminarMi enhorabuena, eres un genio en los diálogos .
Un abrazo Pepe y suerte en el concurso
Puri
Jajaja, un genio no, más bien un tío que tiene voces en su cabeza y a veces las plasma.
EliminarUn abrazo y muchas gracias por pasar, Puri
¡Hola Pepe, el artista de los diálogos!. "Eres el candidato seleccionado por SER guionista, el curre del futuro. Atrévete", je,je. Ramiro se las sabe bien, incluso diría que sus micrófonos no bailan tanto en su anatomía. Pobre Agatha. Un abrazote
ResponderEliminarJajaja, mira que te tomo la palabra y vamos los dos de la mano a ese curro del futuro.
EliminarMe alegra mucho que te haya gustado, Eme.
Un fuerte abrazo!
Qué bueno, Pepe, me has tenido en vilo de principio a fin. Además en vivo y en directo, una estrategia narrativa genial. Y cómo has rizado el rizo para que nos enteremos al final de que Ágata ha caído en una trampa mortal. Un placer leer algo así.
ResponderEliminarUn abrazo!
El placer es tener unos lectores tan agradecidos y atentos, Pilar.
EliminarMuchas gracias por pasar y un fuerte abrazo!
Estoy con Isra; premio y puntuación por encima de 10... Nada se te resiste...
ResponderEliminarEs fenomenal como historia... y como guión es absolutamente perfecto. En ningún momento se pierde el hilo; y para colmo tiene su puntazo sorprendente y gracioso: "qué mierda de equipo..." ja,ja.
Los personajes se caracterizan a sí mismos en sus palabras...
Me llama la atención que el lumbreras es entre otras cosas, pintor, algo que no viene a cuento... pero es que todo el mundo tiene un lado inesperado, ja,ja :)
Un fuerte abrazo!
Hola, Maite!
EliminarPues te cuento, el lumbreras este de Ramiro Ramírez es un personaje al que el año pasado le hice pasar por todo tipo de peripecias. Fue científico, víctima de una abducción extraterrestre, demente con manias obsesivas, detective privado y novato y, entre otras más, fue un pintor algo psicópata. Sin embargo le dejé descansar una temporada hasta que en esta edición no me pude resistir a volverlo a sacar a la palestra.
Me alegra mucho que te haya gustado, muchas gracias por pasar y un fuerte abrazo!
Veo que se está gestando un duelo de titanes entre tú e Isra. Menudas os las gastáis entre los dos.
ResponderEliminarEso de hacer el relato completo en diálogo puro y duro es para nota y prueba de autoimponerse un reto más. O sea, reto y reto, reto al cuadrado. FA-BU-LO-SO.
Un saludo y suerte!
La verdad es que el comentario de Isra merece una mención a parte.
EliminarPues en cuanto al mío tenía mis dudas, porque tanto diálogo puede llegar a cansar, pero me alegra comprobar que está gustando.
Un abrazo y muchas gracias por tus palabrad
Hola Pepe. Sobra comentar la dificultad de soportar un relato enteramente en diálogos, sin ninguna acotación y sin voz narrativa. En realidad estas funciones están hábilmente transferidas a los diálogos, tras los que podemos ver la escena a través de las voces de los protagonistas. No faltan el humor y el contraste entre la aparente seriedad de quien dirige la operación en la sombra y la agente, que no parece muy contenta con la misión y no deja de meter la pata incluso en el último momento, en el que el enemigo logra sonsacarle lo que sabe sobre él con una simple pregunta tramposa. Todo ello consiguiendo armar una trama y mantener la emoción a lo largo de todo el relato. Muy buen trabajo, como de costumbre. Un abrazo y suerte.
ResponderEliminarJorge!
EliminarFue un reto que me autoimpuse, más por la deficiencia que encontré a la hora de elaborar un relato de espías que otra cosa, ya que es un género que se me resiste. Por eso me lancé con ello, t, aunque me encantan los diálogos, también te digo que me dio un enorme trabajo, ya que no había hecho nunca nada tan largo así. Me alegra que te haya gustado, y que hayas resaltado varios parámetros que me propuse
Un abrazo y muchas gracias por pasar!
Hola, Pepe! Excelente! No solo los diálogos, esa manera en que sorteaste el problema del audífono! El humor y el giro final, genial.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Mirna, me alegra mucho que te haya gustado.
EliminarUn abrazo!
malo lo que has escrito
ResponderEliminarEh! Mucha, aquí eso no vale, me refiero a lo de esconderse, piedras puedes tirar las que quieras, pero sin máscara, jajaja
EliminarHola, Pepe!! Madre mía que tensión he sentido al leer tu relato. Has contado toda la trama a través de diálogos muy directos, desenfadados y ocurrentes y que te meten de lleno en esta impactante historia. Enhorabuena. Un abrazo y suerte en el Tintero!!
ResponderEliminarHola, Cristina, muchas gracias por pasar. Me alegra que te haya gustado.
EliminarUn fuerte abrazo!
Hola, Pepe. Yo creo que estabas visualizando (tronchándote) esa persecución mientras escribías los diálogos, por eso te ha quedado que ni pintada. Siguiendo con la tónica de la historia y los antecedentes de los protagonistas mandan a paseo a sus respectivos servicios secretos y han decidido tomarse esa copa juntos, pero en algún paradisiaco lugar además con todos los gastos pagados por sus antiguos jefes como pago a no hacer pública toda la información.
ResponderEliminarSaludos y suerte. 😎👍
Tronchándome a medias, jajaja. Me gusta tu final, JM, si le doy continuación no dudes de que va a ser así y con mención honorífica al gran JM Vanjau.
EliminarUn fuerte abrazo!
Hola... me he divertido un mundo con esta historia de espías. Me ha encantado.. ¡Saludos!
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado, y divertido.
EliminarUn abrazo, Octavio
Enhorabuena, Pepe, porque el pulso de diálogo es complicadísimo de mantener durante todo el relato, y además, es divertido. Suerte!!
ResponderEliminarSí, es complicado, pero si lograr meterte en él es divertido, aunque a veces un poco quebraderos de cabeza.
EliminarMuchas gracias por pasar y un abrazo!
Jajaj, pues ni yo lo sé, pero el comentario de JM Vanjau esclarece lo que podría pasar.
ResponderEliminarUn abrazo, delaFlor, y muchas gracias por pasar
¡Ja ja, ja! Qué bueno. Parece que estos agentes no han pasado por la academia de la Muerte Perfumada. Y, pobre chica, no se si sus dotes de seducción valdrán para salir del atolladero.
ResponderEliminar¡Un abrazo, Pepe!
Ostras, google no me avisó de estos comentarios, muchas gracias por pasar, pluma del Este y un abrazo!
EliminarHola, Pepe. El cazador, cazado, como dice el refranero popular. Desde luego, la agencia a la que pertenece (o pertenecía) nuestra protagonista no es demasiado eficaz. Parece más buen la Tía de Mortadelo y Filemón.
ResponderEliminarUnos diálogos de 10.
Que tengas mucha suerte en el concurso.
Jajaja, la T.I.A, esos si que son dignos de miles de relatos.
EliminarSiento no haber contestado antes, Bruno, google no me avisó.
Un abrqzo
Jajaja, la T.I.A, esos si que son dignos de miles de relatos.
EliminarSiento no haber contestado antes, Bruno, google no me avisó.
Un abrqzo
Que buenos diálogos, me encantó la historia y el toque de humor muy bueno. Suerte. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Nuria, y disculpa la tardanza.
EliminarUn abrazo
Felicidades por ese cuarto puesto Pepe, rozando el podio. Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias, Jorge, y disculpa la tardanza en la contestación, no sé qué le pasó a google!
EliminarVuelves al formato dialogados que tan bien te sale, Pepe, con tu toque del absurdo irreverente. Interferencias es el título que le va como anillo al dedo. Los hermanos Marx seguro lo habrían cogido para un diálogo de sus magníficas películas. Segurísimo.
ResponderEliminarEl "duetto" de Isra ha estado a la altura de tu estupendo relato dialogado y tan vivo que se sale de la pantalla, colega.
Isra es un artista, Isabel, muchas gracias por pasar, perdón por la tardanza, que no me avisó google del comentario, no sé, jajaj.
EliminarUn abrazo
Isra es un artista, Isabel, muchas gracias por pasar, perdón por la tardanza, que no me avisó google del comentario, no sé, jajaj.
EliminarUn abrazo
Hola, Pepe: Has logrado un relato totalmente dialogado magníficamente bien narrado. Interesante, divertido, trepidante. Me has mantenido en ascuas hasta el final. Un abrazo.
ResponderEliminarLos diálogos son mi especialidad para cuando no se me ocurre qué decir, Myriam, y con ellos voy donde sea, jajaja.
EliminarMuchas gracias por pasar y un fuerte abrazo
Es divertidísimo y muy dinámico y visual. Me imaginaba a la protagonistas como un híbrido entre Cybill Shepherd y Carmen Machi. Nada como un buen diálogo. ¡Muchas gracias y enhorabuena!
ResponderEliminarJajaj, muy buena tu imaginación Fernando. Y gracias a ti por pasar.
EliminarUn abrazo!