—¿Por qué no arranca? —dice una
señora. Su marido calla y baja la mirada—. ¡Vamos! —brama
levantándose y estirándole con saña—, ¡si tengo que esperar a
que hagas algo...!
Salen al andén. Entre vapor y siseos,
ascienden. Pasan el primer vagón y ven un hombre alto mirando la
locomotora.
—¿Señor? —llama la señora—,
¿ocurre algo?
—¿Perdón? —El hombre sacude la
cabeza como saliendo de un trance.
—¡Otro inútil! —Farfulla ella.
—¡Deténganse! —grita entonces el
hombre viéndolos enfilar hacia la locomotora—. Sucede algo...
extraño —titubea señalando la máquina.
La mujer entrecierra los ojos y al
ver, asomando por la puertecilla lateral de la locomotora, una
persona tirada empieza a gritar. Varios viandantes se acercan
alertados.
—¿Señora? —pregunta un anciano.
—¡Han matado al maquinista!
—exclama alterada.
—¿Cómo? —pregunta otro.
—Es el segundo maquinista —irrumpe
el hombre alto—. Él y yo estábamos hablando cuando hemos oído
gritar al primer maquinista dentro de la locomotora. Entonces, ha ido
y al entrar se ha desplomado.
—¡Cierto! —dice una mujer
incorporándose—, lo vi desde allá atrás. Ha sido como si le
hubiera dado un síncope...
—Gas tóxico —suelta un hombre
calvo.
—Estaríamos todos muertos.
—¡Un disparo!
—Hubiéramos oído el tiro. Es gas,
pero localizado, por ejemplo, en un leño; al arder, la caldera
suelta el veneno por la cabina.
—¡Qué horror! —Exclama la
señora.
—¡Absurdo! —bufa el hombre alto.
—Oiga —dice entonces ella
observándolo detenidamente—, nos... ¿conocemos?
—¡Abran paso! —irrumpe de pronto
un hombre uniformado: el revisor—. ¿Por qué tanto...? —calla al
ver al hombre alto—. Bruno..., ¿Qué mierda haces aquí?
—Hay leños venenosos —interviene
la señora.
—¿Qué has hecho, Bruno?
—Nada...
—¿No lo reconocen? —brama alto,
apuntando al hombre alto, y mirando a todos— es maquinista de esta
terminal; su cara lleva una semana colmando los periódicos.
—Por eso me sonaba —cuchichea la
señora.
—Escúchame... —interviene Bruno.
—¡Calla! —bufa el revisor mirando
hacia la locomotora—. ¿Lo has matado?
—Estás paranoico... ¡Tu esposa te
ha vuelto majara!
Jack, al oír eso, reacciona
propinándole un puñetazo. Los observadores retroceden. La señora
se gira sobresaltada y ve dos agentes paseando.
—¡Policía! —grita.
Estos se acercan, los inmovilizan y
registran. Sacan una derringer del bolsillo de Jack.
—Tengo licencia —espeta este.
—¿Qué pasa aquí? —pregunta un
policía.
—Hay leños tóxicos... —suelta la
señora —, y estos dos saben el porqué.
—¡Cállese! —salta Bruno.
Entonces les cuenta la historia.
Jack escucha colérico.
—Ahora, la verdad —dice cuando
Bruno termina.
—¡Es cierto! —interrumpe
nuevamente la señora—. Una mujer dice haberlo presenciado.
—¡Yo también! —suelta un hombre
con gabardina y cara oculta tras un pasamontañas. El gentío va
creciendo.
—Esta historia no... —corrige
Jack—. ¿Se acuerdan del descarrilamiento del tren de Metcalf? Este
hombre —continúa señalando a Bruno— era el primer maquinista,
su segundo, y el que tenía que testificar contra él, el hombre que
yace muerto. ¡Ha matado al testigo de su imprudencia!
—¡Por eso puso lo leños...!
—chilla la señora mirando a Bruno.
—Pero, ¿han comprobado que esté
muerto? —suelta un policía. El gentío enmudece.
El agente, tapándose nariz y boca
con la mano, decide inspeccionar la escena. Encuentra dos cadáveres
ensangrentados con un pequeño y familiar orificio en la cabeza.
—¡Aprésenlo...! —dice regresando y señalando al revisor—. Herida de bala... una derringer.
Se produce un mar de cuchicheos.
—¿Yo? Hoy en día cualquiera tiene
una, además, ¡miren la mía...! está completamente cargada.
—La ha podido recargar.
—Pero no hemos oído disparos —salta
la señora.
—El sonido de esta arma es más
débil que el siseo del tren —agrega el policía girándose al
gentío—. ¿Alguien ha visto a este señor merodeando la zona?
—¡Claro que me han visto, soy
revisor! ¿Y por qué iba a querer matarlos?
—Porque se follaban a tu mujer
—agrega Bruno a su espalda provocando el silencio.
Jack se gira lentamente con los ojos
inyectados en sangre.
—¡Cabrón! —brama saltando contra
él, pero un policía, de un porrazo, lo deja inconsciente.
—Llévatelo a comisaría —comenta
después a su compañero—. Usted, ¡acompáñele! —ordena a
Bruno—, quiero una declaración.
—Esto... debería fichar... —titubea
Bruno aparentemente aturdido por la escena—, ya... tengo bastantes problemas.
—Le esperamos
Bruno asiente y parte hacia el
registro. Por el camino se cruza con el hombre de la gabardina.
Parece seguirle. Entran a la terminal y doblan por un pasillo que
desemboca en una puerta que abre a un descampado repleto de material
ferroviario.
—Joder, Guy —dice Bruno—, con
ese antifaz pareces un asesino.
—¡Tenías razón! —ríe Guy
quitándose el pasamontañas—, llevaba una derringer.
—Sí, el plan salió bien.
—¿De verdad se tiraban a su mujer?
—No sé, pero ella se ha cepillado a
medio personal.
—¡¿No sabes?! ¿Y si lo niega?
—Sus mentiras e infidelidades
desarticularan su confesión; ahora, dame la derringer.
—Primero la pasta.
—No la traje.
—¡Mierda, Bruno!, si no pago hoy
mis deudas estoy muerto.
—¡Me han registrado, imbécil!
Hubiera sido sospechoso llevar tanto dinero. Luego saldamos cuentas.
¡Ahora, dame el arma! Aquí hay un pozo donde arrojarla.
Guy obedece.
—¿Habrás sido sigiloso? —pregunta
Bruno.
—¡Claro! Permanecí agazapado en la
puerta contraria al andén. Tuve que matar al primero, daños
colaterales, después rodeé el tren y me uní al gentío.
—La gabardina, ¡dámela!, la arrojo
también, y lárgate; tengo prisa, con la conmoción del momento solo
podré justificar diez minutos de desfase en mi registro.
—Vale... —dice Guy girándose—, y deshazte del arma; es el último cabo suelto.
—Sí —ríe Bruno apuntándole a
la espalda—, pero antes, ataré el penúltimo...
899 palabras
Si las imágenes utilizadas tienen algún derecho que se me avise y las retiraré.
Hola Pepe, muy bueno tu relato. Ese Bruno se las trae de malvado. Éxitos y bendiciones!
ResponderEliminarMuchas gracias, Mery. Un saludo.
EliminarLo tuyo, sin duda Pepe, son los diálogos. Los discendis y vocativos necesarios para aclarar quienes intervienen. Los incisos los bordas compañeros, son breves y aclaratorios y no frenan la lectura. Nos muestras las acciones, el espacio y la situación. ¿Se puede pedir más?
ResponderEliminarMe pasa con tus diálogos que me haces leerlos muy deprisa, ya te lo dije en otra ocasión, tienen velocidad. Necesité de otra lectura más calmada.
Me ha encantado lo real de alguna escena, cuando ocurre algo (sea un asesinato en un tren o que alguien ha pescado un pez), en el que se arremolina la gente y todo quisqui da su opinión, incluidos los que no tienen del asunto ni P.I.
Una trama complicada pero bien resuelta, incluido la línea final ¡Uf!
La verdad, Isabel, es que tuve que reducir bastante el texto, aunque intenté dejar la trama intacta, aunque se complicara pero gracias a ello he aprendido mucho sobre el poder de los discendis; al escribirlos tengo la sensación de que parecen algo artificiales, pero al leer el texto del tirón siento su gracia.
EliminarMe alegra que te gustaran ciertas situaciones y que entendieras su descontrol, porque eso es lo que intenté.
Muchas gracias por tu visita, y nos leemos!!!
Una historia entre dramática y cómica. Los diálogos son excelentes y muy ágiles. Con la cantidad de protagonistas principales y secundarios, has sabido atar muy bien los cabos, incluso el último, je,je.
ResponderEliminarMuy buen relato. Que tengas suerte en el concurso.
Un abrazo.
Muchas gracias, Josep, al tener tantos personajes pude dar un poco de drama y comedia, je, je.
EliminarMe alegra que te gustara y no se te hiciera pesada, esos aspectos son unos de los que más valoro al escuchar o leer una historia.
Otro abrazo.
Por supuesto bordas estas escenas dialogadas que forman parte de una ingeniosa urdimbre policiaca narrada a ritmo trepidante, con frases no demasiado largas y personajes corales que se dedican a distraer al lector para que no le resulte tan fácil descubrir al asesino.
ResponderEliminarEl giro final también lo encuentro muy acertado, donde el último «cabo suelto» del crimen perfecto es eliminado de un certero disparo.
Me ha gustado tu propuesta, amigo Pepe y espero que también alcances un buen puesto en la final del concurso.
Un abrazo.
Muchas gracias Estrella. Pienso que el desvío de atención es clave en este tipo de texto, y creo que los diálogos con personalidades dispares ayuda a esa distracción; me alegra que lo hayas visto así también.
EliminarY el giro final, pues mira, para ir en contra de todos los infalibles superagentes detectivescos de casi todas las novelas negras que he leído (pocas) quise que ganara el malo. Soy un poco antisistema XD.
Un fuerte abrazo!
Muy buen relato Pepe, le haré una segunda lectura para puntuar de nuevo. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Mamen, y otro fuerte abrazo.
EliminarMuy buen relato y qué bien contado con esa cadena de diálogos. Mucha suerte, Pepe. A mí también me ha gustado mucho.
ResponderEliminarMarta, me alegra un montón que te gustara y te pareciera agradable la lectura, de eso se trata. Muchas gracias por tu visita. Un saludo.
EliminarMuy buenos diálogos, Pepe, como siempre. Te hacen leer el relato de un tirón, metiéndote en él como un personaje más. Y buen giro final. Mi tocayo es todo un personaje, desde luego, como ese otro que protagoniza Extraños en un tren.
ResponderEliminarUn abrazo enorme. Mucha suerte.
Qué bueno, Bruno, en tu relato tu personaje me pasó por encima y en el mío te has sentido metido en una trama donde hay otro Bruno que más vale no tener cerca XD. Agradecidísimo de tus amables palabras, y me alegra que te dieras cuenta de ese detalle de la novela.
EliminarUn gran abrazo para ti.
Hola Pepe, por fin paso a leerte, oye gracias por tu comentario a mi relato asiático. Oye vaya ritmo que cobra la historia en el tren, si está parado la acción va que vuela, tiene alas. Me gusta esa entrometida con su madera envenenada, es una guindilla en el resto del pastel policiaco. El Bruno se las trae no quiere deja títere con cabeza. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Emerencia, me costó ajustarme a las palabras, pero finalmente y al menos, pude hacerlo. Me alegra que te gustara la historia, pero que repares en el personaje de la señora entrometida aún más, en el fondo y visualizando el resultado final, me parece incluso graciosa.
ResponderEliminarGracias por pasar y un fuerte abrazo.
Hola, Pepe.
ResponderEliminarFantásticos diálogo, mejor historia. La verdad que me he mantenido enganchadísima a la trama, con ese aire cómico y recreado que se rodeaba de incoherencias y de mucho gentío a cada cual más pintoresco y extraño. Nadie vio raro que un hombre fuera con gabardina y la cara oculta, je, je Y el final, perfecto, sin cabos sueltos.
Me ha encantado, te felicito.
Un fuerte abrazo.
Me alegra mucho que te gustara, Irene, y que te fijaras en la figura clave del personaje de la gabardina antes del desenlace. Este tipo de comentarios me ayudan a formarme una idea del texto desde un punto de vista distinto al mío.
EliminarMuy agradecido por tu visita.
Un fortísimo abrazo.
Hola Pepe
ResponderEliminarAcción, dinamismo y puro diálogo.
Como dice Josep, entre el humor y el drama.
Muy entretenido, mantienes tensión.
Mucha suerte y saludos
Muchas gracias, Paula, quise poner un pequeňo toque cómico para que relajara un ambiente tenso y dramático que debía mantenerse "in crecendo" durante todo el relato. No sé si lo conseguí, pero como le dije a a Irene, estos comentarios me dan una idea de lo que en realidad escribí.
EliminarGracias y un abrazo.
Asesino sin escrúpulos que lleva una vida paralela totalmente anodina. No me esperaba para nada que fuese Bruno el autor de los crímenes. Me has engañado hasta el final. Un relato formidable. Además el hecho de haberlo hecho casi íntegramente en diálogo lo hace muy fluido. Un placer leerte. ¡Mucha suerte en El Tintero y felices fiestas!
ResponderEliminarQué alegría verte por aquí, Rebeca. Me alegra mucho que te gustara, y que pudieras sentir el suspense hasta el final, tenía varios finales pensados, pero creo que acerté con este.
EliminarGracias y un abrazo.
Hola Pepe, bienvenido al Tintero de Oro. Es complejo escribir un relato exclusivamente a base de diálogos, de ahí el doble mérito de este cuento. Una escena coral donde los diferentes personajes van encajando sus intervenciones, de las que el lector debe filtrar la información esencial para la resolución del caso. Bien jugado el despiste de señalar a Bruno como culpable al principio al tener un motivo claro, matar a quien iba a testificar contra él, para luego hacer recaer las sospechas sobre Jack y finalmente volver a apuntar a Bruno. Un relato tras el que se nota trabajo y planificación, buena puntuación sin duda en el concurso. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Jorge, por pasar y comentar. Me gustan los diálogos, creo que le dan otro sentido a los textos, como si el lector interactuara más, o por lo menos eso siento en mis lecturas. Me alegra que pudieras ver entre diálogos la trama.
EliminarNos volveremos a leer, un abrazo!
Un aplauso, Pepe! Has escrito en novecientas palabras una novela, diría yo, y completísima, por cierto. Lo digo porque tiene todos los ingredientes necesarios, suspenso, tragedia, alguna parte distendida con comicidad, y una idea de que hay una razón erótica detrás del asesinato. Vamos, que con tu creatividad se puede alargar a trescientas páginas si te lo propones ya que cuenta con un buen número de personajes, cada uno con su personalidad y el desenlace es inesperado.
ResponderEliminarUn abrazo!
Pues, Carla, me has sacado unos cuantos colores con tu comentario tan generoso y detallado. Un placer leerte por aquí. Aunque lo de la novela, no sé... Nunca me han gustado las novelas negras y no creo que esté capacitado para escribir una y menos de ese estilo, pero bueno, tus palabras han encendido una pequeña luz dentro de una de esas bombillas que simulan ser ideas espontáneas... Mejor no descartar nada, je, je, je. Encantado por tu visita, un fuerte abrazo y nos leemos!
EliminarUn final digno de mención después de leer el relato de corrido.
ResponderEliminarUn ritmo de diálogo trepidante entre personajes que no te dejan un respiro.
Estupendo,compañero.
Un abrazo.
Muchas gracias, Francisco, por pasar y comentar. Un abrazo y felices fiestas.
EliminarHola Pepe. Me ha gustado tu relato. Los diálogos son geniales y hacen la lectura muy amena y entretenida. ¡Mucha suerte y felicidades!
ResponderEliminarMuchas gracias, Beri, me alegra que te gustara. Un abrazo y felices fiestas.
EliminarSaludos desde Venezuela, tomaré este diálogo de referencia, con el aprenderé a utilizar bien mis guiones largos. Buen relato y un trama de mucho suspenso hasta el final te mantiene, y logras descubrir el asesino. Espero, mi relato guste tanto como me ha gustado el suyo.
ResponderEliminarPues me alegra mucho que te gustara, me alegra que te gustara el suspense y trama. En breve me paso por tu blog a leerte, un abrazo.
EliminarHola Pepe
ResponderEliminarMe gustan mucho las escenas con diálogos que se hacen confusos a fuerza de referirse a cosas distintas. Me hacen acordar a las visita delas primas de mi abuela. Todas hablaban al mismo tiempo y todas se entendían de modo que se llevaban el chisme de las otras perfectamente armado. Hay velocidad, confusión pero no para el lector.
Buenísimo. Impecable final.
Felicidades
Hola, Juana, me alegra nucho verte por aquí, y que el relato te trajera recuerdos similares.
EliminarUn abrazo.
Hola, Pepe. Es la primera vez que te leo y me ha gustado mucho. Manejas los diálogos con fluidez y en ciertos momentos con toques de humor.
ResponderEliminarMuy bueno!
Un abrazo
Mirna, agradecidísimo de tu visita y apreciacines. Un abrazo y espero que sigamos leyéndonos.
EliminarUn relato de intriga ferroviaria llevado con ritmo trepidante por esos diálogos que no dan respiro y nos van revelando la enrevesada trama hasta desembocar en ese final típico de la novela negra en que el asesino no quiere dejar ningún testigo. Una historia que engancha desde el inicio. Suerte en el Concurso. Saludos cordiales, Pepe.
ResponderEliminarHola, Paco, muchas gracias por pasarte y comentar. Me alegra leer tu versión de la lectura. Un saludo y nos leemos!
Eliminar¡Wow! Soberbiamente construido ese diálogo que fluye de un modo tan ameno aún tratándose de un tema de intriga y asesinato. El final de los que me gustan porque sorprende al lector aunque sepamos que Bruno no es de fiar.
ResponderEliminar¡Felicidades y suerte en el Tintero!
Me alegra mucho leer esas palabras, Maria Pilar. Siempre mr ha costado la intriga, al final me salían otras cosas. Me alegra saber que en este no me desvié mucho. Gracias y un abrazo.
EliminarQué cabroncete Bruno!! Siempre tengo envidia sana de la gente que trabaja los diálogos con tanta naturalidad, es una de las cosas que más me cuesta.
ResponderEliminarUn abrazo Pepe
David, compañero de relatos!!! Muchas gracias por pasar y comentar. Un abrazo para ti también.
EliminarBien por Bruno!Asesino precavido ... vale por dos jeje. Suerte en el reto 🐾
ResponderEliminarJe, je, je, qué mala baba, pero sí, mejor ir precavido. Gracias por pasar, y un abrazo.
EliminarMuy bueno Pepe, el diálogo lo bordas y la ambientación también. El ritmo es trepidante, los personajes van apareciendo según avanza la historia y todos unidos forman ese final sorprendente.
ResponderEliminarTe felicito, te ha quedado genial.
Un abrazo
Puri
Me alegra mucho verte por aquí Puri, y mucho más que te gustara. Esa apreciación coral de los personajes es muy buena, me gustó leerla.
EliminarUn abrazo para ti también.
Es difícil escribir un relato a base de diálogos en los que intervienen tantos personajes y que el lector no se pierda. Tú lo has conseguido con nota. Estupenda historia con un final acorde con la calidad del texto. Saludos y suerte en el Tintero.
ResponderEliminarJosé, eso era uno de mis temores; que tanta información atragantara al lector. Lo dejé reposar tiempo y le hice varias correcciones, pero nunca se está seguro hasta que una visión externa como la tuya te da una idea más objetiva del asunto. Me alegra que al final no se produjera ese empacho de información.
EliminarUn saludo y nos leemos!!!
Muy bueno Pepe! Sobre todo la última frase tan efectista. El broche perfecto a un argumento trepidante. Soy admiradora de los diálogos tan dinámicos, tomo buena nota de los tuyos. Enhorabuena compañero.
ResponderEliminarUn abrazo
Araceli, yo tomé buena parte de tu relato también, me alegra haberte devuelto el favor (je, je, je). Muchas gracias por pasar y otro abrazo.
EliminarHola Pepe
ResponderEliminarEn general, un buen relato, con mucho suspenso, que nos atrapa desde sus primeras líneas, manteniéndonos expectantes e intensificando ese misterio.
Abrazo y suerte en el tintero!
Yessy, muchas gracias por pasar. Nuestros relatos tiene algo parecido, aunque diferente final; yo, como te dije, soy más de que gane el malo, je, je, je.
EliminarUn abrazo.
Crímenes pasionales, trenes y un final sorprendente. Mucha suerte en el concurso. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Beitavg, por pasar y comentar. Me ha gustado el resumeb en 7 palabras, muy acertado.
EliminarOtro abrazo!
Merecidísima esa Mención Honorífica a tu escrito, Pepe, te felicito!! Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Carla, no diré que no me alegre esa mención, pero creo que lo mejor ha sido la experiencia.
EliminarUn saludo y nos leemos!!!