La consulta aparece solitaria. Llamo al timbre. No funciona, o no lo escucho, porque, de pronto, la puerta se abre. Eso no es bueno para mi sordofobia, miedo de perder el oído. Aunque también puede que la psicóloga me haya visto venir, o eso o mi paranoidefobia está actuando de nuevo.
La estancia es pequeña, aunque puede ser por la claustofobia. De pronto, la puerta se cierra detrás de mí dándome un susto de muerte, y no solo porque tenga fonofobia, sino por mi entamofobia invertida. Además, tiene un marco de cristal donde puedo ver mi alteregofobia, miedo a que mi reflejo se mueva de una manera distinta a la mía.
—Señor del Pino —oigo entonces a mi espalda. Es la psicóloga.
Doy un grito, por el sobresalto y por mi acustiegofobia, miedo al sonido de mi propio nombre. Ella se escusa. Luego hace gestos para que la siga hacia unas escaleras. Me niego; la resbalafobia, miedo a subir escaleras por la posibilidad de que estén recién fregadas, me obstaculiza. Entonces suspira y acepta. Luego agarra dos sillas y dice que me siente y cuente. También es imposible: sillalofobia con vergonzosifobia. Ella niega mientras comenta que esos miedos no existen, que son excusas que me autoimpongo para evitar hacer algo.
—En otras palabras; padece excusifobia.
—¡¿Excusifobia?! —exclamo—. ¿Tiene tratamiento?
Ella ríe y saca una caja húmeda y mohosa de donde asoma un agujero negro repleto de denterosas telarañas.
—¡Claro! Meta la mano aquí, si lo consigue, significará que está curado.
Puestos a buscar una fobía, al tuyo se las has puesto todas. Si lo cura con las telarañas ya puede decirse que son mano de santo.
ResponderEliminarBueno y divertido relato.
Un abrazo.
Y muchas más que me tuve que dejar en el tintero, pues si no se me subían mucho el conteo. Me alegra que te haya gustado, Chema, muchas gracias por pasar.
EliminarUn abrazo!
Pues voy entendiendo que las fobias nos impiden vivir a plenitud, pero hay unas tan raras que de verdad ya parecen escusas para negarse a hacer accion alguna. Ahora bien esta sicologa parece es la que le ha ido agregando cuidadosamente fobia a fobia, nunca dejara que se cure el paciente.
ResponderEliminarHola, José, pues sí, eso que dicen que tenemos que enfrentarnos a los miedos es algo que llevamos mal, jeje.
EliminarMuchas gracias por pasar y un abrazo!
¡Menuda colección de fobias, pobre hombre! Muy ingenioso y muy divertido el micro, Pepe. Felicidades.
ResponderEliminarSí que es pobre, y encima tiene que vérselas con una posible tarántula... En fin, jaja.
EliminarMe alegra que te haya gustado
Un abrazo!
Un hombre totalmente polifóbico y cómico por completo. Desternillante micro. Me ha encantado y me ha recordado a alguna persona que se agobia por todo.
ResponderEliminarMuy bueno.
Polifóbico, me encanta esa palabreja, podría ser el título del micro. Me alegra que te hiciera gracia, esa era la intención.
EliminarUn abrazo!
Hola, Pepe. Ha estado acertada MJ con el nombre de polifóbico para tu individuo. Al final tanta fobia empiezas a sospechar que más se trata de excusas. Por cierto, me han encantado todas, muy ingeniosas de tu parte.
ResponderEliminarHola, Isan. Sí, a mí me gustó mucho ese término, polifobia, me lo guardo para futuros relatos. Ay las excusas, si no fuera por ellas, ¿dónde estaríamos? Jaja.
EliminarUn abrazo!
Hola... Menuda colección de fobias la del hombre. Es un fobias.net ambulante.. ja ja. Divertido micro. ¡saludos!
ResponderEliminarYa ves, Octavio, un coleccionista muy friki.
EliminarUn abrazo!
No sé, pero tu protagonista creo que va a vivir poco. Tanta angustia generada por esas fobias múltiples no puede ser sano para el corazón.
ResponderEliminarGenial micro.
Un saludo.
Pues también es verdad, a no ser que tenga infartofobia, aunque eso tampoco ayuda, XD
EliminarUn abrazo!
Quién da más, ja,ja,ja. Este hombre merecería aparecer en el libro Guinness de los records. Aunque quién sabe si no lo quiere porque también padece Guinnerecordfobia, ja,ja,ja.
ResponderEliminarUn relato, como siempre, muy entretenido y original.
Un abrazo.
Seguro que padece la Guinnerecordfibia, Josep, jaja, ese palabrejo también me gusta mucho
EliminarMuchas gracias por pasar.
Un abrazo
Ya sabía yo que alguien tenía el «fobias.rar». Un pack de fobias, pobre... Un relato genial y el reto más que superado. Un abrazo.
ResponderEliminarJajaj. Esto del internet en vez xe ayudar ya está etiquetándonos por todo.
EliminarMuchas gracias por pasar y un abrazo
Multifóbico el hombre. Oye Pepe, que algunas de ella me la pido como excusa para pasar de alguna obligación o tarea. Hoy me toca planchar una super cesta de ropa, busco el nombre de la fobia y que planche su tía.
ResponderEliminarIsabel, no me hables de planchar, que yo tengo tiendelarropafobia, siempre la tiendo mal y luego me castigan para que la planche, y también le tengo fobia a ese trasto de vapores infernales, jaj
EliminarUn abrazo
¡Hola, Pepe! ¡Madre mía! ¡Diez fobias por el precio de un micro! Aunque quizá sea la undécima la que lo explique todo, como bien ve el psicólogo. Y es que no podemos olvidar que existe algo muy extendido en nuestra sociedad que es la costumbre de usar cualquier circunstancia vital como excusa para hacer o no hacer. Hay patologías como el Síndrome de Munchausen en el que la "víctima" provoca y explota sus desgracias para conseguir ventajas como la compasión o la atención.
ResponderEliminarEn el caso de este multifóbico ocurre algo semejante y eso me hace pensar que nuevas fobias impedirán que llegue a meter esa mano en el agujero, ja, ja, ja... Excelente y divertido uso de las fobias como estructura de la trama. Un abrazo!
Hola, David! Pues que sepas que tuve que quitar otras muchas pues me emocioné y me pasé con el conteo, por cierto, estoy cogiendo conteofobia, últimamente me está pasando demasiado y me agobia el recorte.
EliminarSí, no creo que meta la mano, hay mil excusas para no hacerlo
Un abrazo!
Hola, Jose. Has escrito un relato no apto para fobifóbicos! jajaja
ResponderEliminarMuuuy bueno. Super divertido.
Un abrazo
Muchas gracias Mirna
EliminarUn abrazo!
Hola Pepe, menudo micro jajajaj, te aseguro que no he parado de reír desde el principio hasta el fin. El pobre no tenía suficiente con una fobia jajaj no veas que acumulación de ellas. Posiblemente la psicóloga tenga razón y lo que padezca realmente es de "excusifobia" jajaj.
ResponderEliminarGenial tu ingenio, felicidades.
Abrazos.
Pues al final parece que tiene solo una, pero que engloba a todas, jajaj. Me alegra mucho que te rieras, de eso se trata,
EliminarUn abrazo
Buenas tardes Pepe. Vaya colección que tiene el hombre, no le falta ninguna.
ResponderEliminarUna idea muy original y bien plasmada en el texto. El final muy divertido y en mi opinión , creo que le dominará la excusifobia y no meterá la mano. Un saludo.
Seguro, Pedro, yo, sin tener muchas fobias, o eso creo, no metería la mano,XD
EliminarMuchas gracias por pasar, me alegro que te gustara
El pobre esta para que lo encierren. No se cura ni metiendo la mano.
ResponderEliminarMuy divertido el micro. Un saludo.
Muchas gracias, Angel.
EliminarUn abrazo.
Vaya, Pepe. Tú no tienes inventarofobia (miedo a inventar algo), porque vaya ristra de fobias le has otorgado a nuestro protagonista. Espero que las telarañas sean efectivas.
ResponderEliminarUn saludo, amigo.
Jajaj, no sé, pero hojaenblancofobia sí tengo.
EliminarMuchas gracias por pasar, bruno.
Un abrazo, compañero!
Hola Pepe, vaya personaje, va servidito el hombre, podría exponer todo un menú, un gran derroche de imaginación, me ha encantado, el ritmo, la creatividad, y el tono. Genial, un saludo y un gran abrazo¡¡¡
ResponderEliminarMe alegra que te gustara, Mik. Después de tanto terror en la pasada edición, tocaba un poco de risas.
EliminarUn abrazo!
Una auténtica pesadilla, el protagonista de plano es una fobia ambulante. Muy buen relato...saludos!
ResponderEliminarYa ves, menuda pesadilla de vida.
EliminarMuchas gracias, Ana.
Un abrazo!
Hola Pepe, a este punto debo parar las siguientes lecturas de los demás micros, me he quedado muy afobiada con tantas fobias, y las tuyas se multiplican como los Gremlin, ja, ja.
ResponderEliminarMuy bueno y jocoso el micro, además de reflexivo. Feliz desenlace de las excusifobias.
Afobiada, jajaja, menudo vocablo. Espero que hayas terminado de pasar por el resto de fobias, aunque el empacho será bueno.
EliminarMuchas gracias por pasar.
Un abrazo!
Hola Pepe,
ResponderEliminar¡Vaya cóctel de fobias!
Que me ha partido de risa, pobre hombre, te imaginas como sera su dia a dia. Muy bueno tu micro, lleno de humor, y por supuesto de aterradores miedos.
Saludo
Pues me alegra que hayas tenido una lectura divertida. De eso trata, jaja.
EliminarMuchas gracias por pasar y un abrazo!
Menuda colección de fobias, este señor las tiene todas, vivir así tiene que ser una tortura. Claro que al final todas se resumen en una, así que nada... a meter la mano en la caja de la araña. Muy bueno Pepe. Un abrazo.
ResponderEliminarAdemás de ser la peor o más extensa. Las arañas y el miedo a lo desconocido, aunque no creo que lo haga, mil excusas hay de por medio, jaja.
EliminarMuchas gracias por pasar, Jorge.
Un abrazo!
¡Qué divertido, Pepe! Me ha encantado, y eso de la "excusifobia"... creo que más de uno/a la padece y ni lo sabe, ja, ja! Un saludo desde la Buhardilla de Tristán.
ResponderEliminarHola, Javier. Si, es una fobia muy difundida, jaja.
EliminarMuchas gracias por pasar y un abrazo!!!
Algunos no le llega con tener una fobia que sufren un montón como tu prota.
ResponderEliminarLa vida de este señor debe ser una tortura, que bárbaro.
Divertida a la vez que triste la situación .
Un abrazo Pepe.
Puri
Una auténtica tortura, aunque llena de excusas, jajaj.
EliminarMuchas gracias, Puri.
Un abrazo!
Hola, Pepe. Menudo ejemplar este señor Pino, todo un desafío para El Percebe. Estaría bien ver cuantas fobias le consigue curar antes de acabar claustrofóbico en un nicho para toda la eternidad 😂🖐
ResponderEliminarJajaj. Tenemos que juntar a los personajes, dejarles solo un rato, que se observen, hablen o simplemente pasen un rato en compañia. A ver qué saldría de allí. Ajaja
ResponderEliminarMuchas gracias por pasar y un abrazo!
¡Diossss! Prefiero estar rodeado de arañas peludas a convivir con esas fobias tan destructivas y dañinas.
ResponderEliminarBien por tu relato.
Un abrazo.
Jajaj, ya ves Francisco.
EliminarMuchas gracias por pasar y comentar.
Un abrazo.
Pepe, me ha encantado el guiño al Dune de David Lynch, o al menos eso me ha parecido a mí. Muy original tu relato. Me ha gustado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Carles, jajaj, reconozco que sí me influenció la caja de la muerte (no me acuerdo si se llamaba así) de Dune. Que maravilla de película, por cierto.
EliminarMuchas gracias por pasar.
Un abrazo!
Hola, Pepe. Creo que el hombre tiene Excusifobia, ja,ja. Me estoy dando cuenta de que las fobias se saben disfrazar muy bien. En este caso, dentro de una vida angustiosa. Ojalá sea capaz de meter la mano en esa caja húmeda y mohosa.
ResponderEliminarIngenioso, y muy bueno.
Felicidades, Pepe.
Gracias, por tan grato momento.
Un abrazo.
Hola, Mila. Sí, las fobias pueden convivir contigo y sin llegar a mostrarse.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Un abrazo y muchas gracias por la visita.
¡Ja,ja! Qué buen micro, Pepe. Ingenioso y muy divertido. Para el protagonista cualquier recurso es bueno para ocultar su Excusifobia. Como para meter la mano en el agujero negro de denterosas arañas. Le faltan patas para salir corriendo aunque tenga que traspasar esa puerta tan misteriosa.
ResponderEliminarMuy bueno, sí señor.
Yo también estoy contigo, María Pilar. Al tío le van a faltar excusas para irse corriendo, jaja.
EliminarMuchas gracias por pasar y un fuerte abrazo!
jajajaja 😁 Hola Pepe. Me encantó el personaje. Muy divertido, aunque con tantas fobias no sé cómo ha sobrevivido, pobre... La cura de la Doctora parece más bien una venganza jajaja 😁 Un abrazo 🐾
ResponderEliminarJajaj, sí, la Doctora no tenía ganas de más excusas, o lo espanta o cura, pero no más.
EliminarMuchas gracias por pasar, Rosa.
Un abrazo!
¡Hola! Muy bueno... ¡Vaya festín de fobias! Además, está muy bien llevado porque por las breves explicaciones o el contexto se van viendo en qué consisten las fobias (reales o no). Me ha parecido un relato muy divertido y el título me ha sacado una sonrisa.
ResponderEliminarMe quedo con las ganas de saber si al final mete la mano en la caja o no, aunque creo que ya me temo la respuesta je, je, je.
Está genial y muy original.
Un abrazo :)
Hola, M.A., pues ya te digo que tendrá un montón de excusas para no meter la mano ahí, jeje.
EliminarMuchas gracias por pasar, me alegro que te gustara y divirtiera.
Un abrazo!
¡Hola! Buenísio. Ya no se puede tener más fobias en menos líneas de relato.
ResponderEliminarEl sentido del humor le da un toque especial a los relatos. La verdad que lo mejor es el final, me he reído con la ocurrencia de la psicóloga. Con paciente así, tal vez empiece a sufrir "pacientifobia" jejejej.
Saludos
Mira, esa fobia también es buena, pacientifobia. Yo me se de cada uno que la padece, jejej.
EliminarMuchas gracias, José, por pasar y comentar. Me alegra mucho que te gustara.
Un abrazo!