Este relato participa en el concurso del Tintero de oro, este mes homenajeando a Edgar Allan Poe. Yo he tomado como referencia el cuento El retrato oval (título original: The Oval Portrait) es un relato corto escrito por el escritor norteamericano Edgar Allan Poe. Se escribió en el año 1842 y su título originariamente fue La vida en la Muerte. Este texto, que puede ubicarse en la serie dedicada a las musas muertas, se destaca por la sutil condensación de los motivos: una reflexión sobre el arte, una reflexión sobre el amor y la visión alucinada de un Objeto mágico. Se ha dicho que el retrato del cuento remite a un retrato en miniatura de su madre que Poe conservó siempre consigo. (Wikipedia)
Espero que os guste.
AUTORRETRATOS Y SONRISAS
—¿Por qué no sonríe? —dice la Varonesa Van Sprongen.
—¿Eso te llama la atención, querida, que no sonría? —bufa la Duquesa de Ô.
Yo trato de no hacerles caso, de no mirar el cuadro al que se dirigen. Como anfitrión, aparento estar liado sirviendo el Moet Chandon.
—La verdad es que nada de esta bazofia vulgar llama mi atención —alega de nuevo la Varonesa.
—¿¡Vulgar!? —Levanto la cabeza sobresaltado, pero finjo indiferencia repartiendo las copas. Y como siempre sin mirar la supuesta obra «vulgar».
—Exacto, messie; los artistas os creéis poseedores de la excelencia, pero solo sois niños malcriados.
Me muerdo la lengua. Mis mecenas, los Varones de Arms y Duques de Ô siguen absortos con el cuadro.
—A mí me gusta —interviene Don Claude, Duque de Ô—, tiene ese estilo macabro que atrapa. ¿De quién es?
De golpe, siento sus miradas. Mierda. No quiero hablar del cuadro.
—Es un autorretrato de Ramiro Ramírez. Un pintor español del siglo pasado.
—¿Quién? —salta la denterosa Varonesa—, nunca he oído semejante mamarracho.
Suspiro. Sigo sin mirar el cuadro.
—Es poco... conocido.
Todos parecen asentir mientras sus atenciones vuelven al lienzo.
—Pero ¿por qué lleva un cuchillo? ¿Por qué tanta sangre?
Inspiro profundamente. Está bien, Ramiro, tú ganas.
—Porque acababa de matar a su mujer —digo, y al fin lo miro.
Se forma el silencio. Los ojos de Ramiro me observan con ese punto de fuga hacia delante, esa técnica que hace que el personaje te siga con la mirada.
—¡Vaya disparate! —La Duquesa corta el hielo—, ¿se autorretraró después de asesinar a su mujer?
—Bueno —río, ojos fijos en Ramiro—, los grandes artistas son «víctimas» de su arte.
La Duquesa suelta un bufido.
—¡Mentira!, los artistas sois víctimas de la patética popularidad de masas
Se forma otro momento de afasia. El bueno de Ramiro nos mira uno a uno, ensangrentado, cuchillo en mano y esa mueca de dolor... ¿Por qué no ríes, Ramiro?
—Pero —interviene el Duque—, ¿es cierto? ¿Mató a su mujer antes de...?
Quisiera reír, negar y mirar abajo. No puedo. Solo mantener la mirada fija en ti. Inspiro y expiro sonoramente. Está bien, Ramiro, está bien:
—Ramiro Ramírez fue un fantástico retratista. Era capaz de plasmar el alma del retratado sobre el lienzo. Desafortunadamente, como todo gran artista, enloqueció buscando su obra magna: su mujer.
»Su esposa poseía una belleza que irradiaba de su enigmática sonrisa. Sin embargo, en los retratos, aunque posara sonriente, por alguna extraña razón, aparecía seria y ausente de luz, y Ramiro se obcecó con ello.
»La obsesión fue tal que su mujer, harta de ello, acabó abandonándolo. Pero él siguió intentándolo hasta que un día, ante su enésima obra fallida, cayó rendido y sollozante. Fue entonces cuando oyó la voz de su mujer llamándole. Se irguió sorprendido, pero no vio a nadie.
»Entonces, lo entendió: el retrato estaba hablándole. Le decía que no se había ido, que había trabajado tanto en el cuadro que al final consiguió encerrar su espíritu en él. También dijo que no era culpa suya que no pudiera pintarla sonriente, en realidad ella no era feliz; su alma triste estampada en cada uno de los retratos se lo advertía.
»Ramiro negaba incrédulo. La mujer, acto seguido, comenzó a carcajearse. Eso le enfureció. —Ahora sí ríes—, gritó él. Y, agarrando un cuchillo, empezó a rajar el cuadro. A cada cuchillazo un reguero de sangre salía del lienzo mientras el escarnio de la dama iba aumentando hasta que Ramiro desfalleció.
»Al día siguiente, el ama de llaves entró en el estudio. Encontró el cuerpo de ella con decenas de puñaladas sobre un lecho de sangre y un cuadro: el autorretrato de Ramiro.
Apuro mi copa. El resto también. O no. Lo cierto es que en la estancia se ha instaurado un silencio tensado por la mirada del personaje del cuadro, cuchillo en mano y salpicado de muerte roja.
—¡Patrañas! —la voz de la Varonesa rasga un ambiente tan denso como una quiche de sangre coagulada—, ¡otro psicópata asesino de mujeres!
—¡Eso! —ahora la Duquesa.
Yo sonrío.
—¿Y Ramiro? ¿Qué fue de él? —pregunta el Duque.
—Nunca se supo; como he comentado, fue «víctima» de su arte.
Dicho esto, un crujido sale del cuadro. Tenue pero perfectamente perceptible. De hecho, todos se quedan quietos sin quitarle ojo. No, Ramiro; por ahí no.
—Mejor podríamos ir a cenar... —titubea el Varón, voz temblorosa.
—Sí —la odiosa Varonesa complementa—, y espero que la carne esté bien pasada y sin corte de sangre.
Varias risas sobrevuelan la sala junto con comentarios sarcásticos y faltos de tacto. Yo, sin embargo, sigo cara al cuadro. Esa mueca de dolor me atrapa siempre que lo hago. ¿Por qué no sonríes, Ramiro? Cuando la mataste sí lo hacías, ¿por qué ahora no?
Por detrás oigo un fuerte chasquido y sonoras carcajadas. Así son las altas esferas a las que debemos adorar para que financien nuestro arte. Es lo que hay, Ramiro, ya lo sabes...
El cuadro vuelve a hacer un tenue crujido.
No, Ramiro, no voy a retratarlos; son nuestros mecenas, los necesitamos...
La boca de personaje comienza a moverse, o esa sensación tengo, incluso percibo las comisuras curvándose hacia arriba. Por detrás, mis odiosos invitados claman atención. Eso provoca que la sonrisa se ensanche. Esa sonrisa que tanto echo de menos...
Está bien, Ramiro..., tú ganas: me los cargo y preparo el lienzo; pero no dejes de sonreír.
La voz del narrador se sobrepone a los diálogos como el piano solista a la orquesta en el segundo de Rachmaninov. Esto crea, con mucho oficio, dos planos diferentes que, en perspectiva, componen una magnifica escena. Si el primer plano lo ocupa una conversación aparentemente insustancial, en el segundo la historia se entrecruza con ella y va adquiriendo profundidad de manera progresiva; a medida que el monólogo interior del narrador se va transformando, de alguna manera, en diálogo -¿con su otro yo?¿con el alma atrapada en el cuadro?- la trama se vuelve más compleja y al lector se le van acumulando los interrogantes.
ResponderEliminarSi esto, en vez de ir de Poe, hubiera ido de Stevenson, tanto montaría, pero esa es solo una de las posibles soluciones, y no la más inquietante, desde luego.
¿Exageraría si digo que me parece una pequeña obra maestra? Sea, estoy de buenas.
Un abrazo.
Hola, Isra, vengo de leer tu relato, y ya te digo, que de obras maestras la tuya. La mía, me divertí mucho, y me alegra que con tu elaborado comentario hayas resaltado muchas de las cosas que quise mostrar, como esa locura a medias entre lo fantástico y lo demente, o la doble historia, así como el juego del narrador. Como subrayas en las aclaraciones de tu relato, es grato que, mediante lectores escritores (o en mi caso que escriben), vayamos aprendiendo y avanzando.
EliminarMuchas gracias por entrar, por tu buen humor y por comentar.
Un abrazo!
No soy amigo de porfias, pero tengo que rebatirte. En esos párrafos de aquí arriba está Poe, pero también Stevenson, pero también -aquí cojo aire- Oscar Wilde, pues el tuyo no es el primer retrato del que me hablan que muta, siente e interactúa de forma misteriosa con el retratado.
EliminarSi en tu varonesa, con V despectiva y no con B señorial, van Sprongen o en tu duquesa de Ô, tan banal como la de aquella historia de Ô, no hay una aguda crítica social de una clase afrancesada que ni siquiera sabe decir monsieur en condiciones, que me aspen si toda esa ralea no merecía que el tal Ramiro les hiciera aunque fuera una caricatura.
Pero eso se queda a la altura de mero detalle cuando te metes en profundidades: Esa voz del narrador, que juega a dos barajas manejando su monólogo interior al par que participa en los diálogos, cosa que en un escenario te puede hacer un actor volviéndose al publico y en una película resuelve una voz en off, pero en un texto escrito solo tienes un par de herramientas, los guiones y las comillas, y allá tu con los verbos, los pronombres y demás para que la cosa no sea un carajal.
Pero ese narrador mientras dialoga es incluso capaz de marcarse unos párrafos en tercera persona metiendo un flash back, sin que nada cruja, hablándole a otras segundas personas que no son Ramiro sobre otras terceras personas entre las que esta Ramiro, (que era *aquella* segunda persona y que posiblemente ascienda a primera persona si es que se tratase finalmente de su otro yo). Pero hay más, ¿con quién habla realmente en su monólogo interior? Porque al principio parece que le hablase al lector pero, no, después descubres que le habla a un tal Ramiro que, según deviene la historia, podría ser su Mr Hide, o podría ser el espíritu del tal Ramiro, o podría ser un ser maligno que maneja la voluntad del cuadro.
Y todo esto acontece de forma suave y natural, sin que chirríe, sin que el lector se pierda, sin que la historia se caiga, sino al contrario, potenciando el misterio porque, cuando lees la historia, la voz del narrador esta jugando contigo como un ilusionista para que tú no veas cuando se esconde la carta en la manga ni cuando saca el conejo en la chistera.
Todo esto puede ser premeditado o instintivo, puede que todavía haya más o que sea yo el que vea más de lo que hay pero, independientemente de eso, esta sensación de estar contemplando un caos en perfecto orden es precisamente el artefacto que te hace enamorarte de una composición artística, y te hace darle vueltas, y mas vueltas, hasta que decides que estás ante una pequeña obra maestra.
Y en esta vida no hay nada que me alegre más que decirle a alguien que tiene mucho talento, así que no me lo estropees, porfa.
Un abrazo.
Hola de nuevo, Isra. Pues yo tampoco soy amigo de las porfías, pero si son tan bien formuladas y con los tres ilustres que comentas de fondo, me encantan, aunque nunca llegue a estar a la altura.
EliminarMe alegra que resaltes lo de la V de la Varonesa y Varón. En principio fue un error, pero cuando me di cuenta me gustó tanto que lo dejé, como si fuera otro título nobiliario más global, el título de hombre por ser hombre y de mujer por ser mujer; una velada, "rebuscada" y personal crítica al extremismo al que están llegando ciertos ideales mezclado con la crítica que resaltas a la misma sociedad. Y resalto lo de rebuscado porque en el fondo, este texto pivotó sobre esa premisa: la de hacer algo un poco más enrevesado. Y no es que quiera pecar de falsa modestia, pero en esta edición decidí ir un poco contra mí, por eso que dicen que en los concursos se compite contra uno mismo y no contra el resto, aunque el resultado fuera algo que no se acabara de entender. Porque, como bien señalas, hay narrador en primera, segunda y tercera persona, en pasado y presente (en futuro no tuve espacio, ¡maldita tiranía de las 900 dichosas!), hay monologo interior, charlas banales y una descripción casi sostenida por los diálogos y sin largos y adjetivados párrafos. Y luego está esa parte subjetiva, la del personaje hablando con... Bueno, no vas desencaminado con lo del diablo o el otro yo, que por cierto, lo de Mr. Hide y Stevenson me ha encantado, no lo habría visto así, pero después de que lo hayas dicho sí.
Y como resaltas en las aclaraciones de tu relato, no sé si conseguí lo que realmente me propuse, porque es difícil y porque en esto de la escritura siempre estaremos aprendiendo, pero lo que sí es cierto la sobredimensión que me has otorgado con tus apreciadas palabras. Un relato, ya sea escrito o leído, cobra unas cotas que siempre se redimensionan con el punto de vista de un segundo lector. Un punto de vista del que he aprendido y que me deja un gran regusto.
En cuanto a lo del talento, es algo difícil, pero no te voy a rebatir nada, je. je. je. Un día leí que eso del talento no existe, que es una invención mística para justificar algo que no se entiende. El mismo algo que nunca me acabé de creer, y no porque piense que yo pueda poseer mucho de él, sino porque lo he visto, sobre todo en compañeros, en sus escritos pero más en sus comentarios; en esos momentos donde se muestran tal y como son y con palabras tan honrosas como las que me dedicas. En ellas hay mucho más talento del que te imaginas, y del cual me he agenciado un buen pedazo para seguir creciendo.
Un abrazo y nos leemos!
Original formato, con esa primera persona.
ResponderEliminarUna trama muy buena. Un abrazo
Muchas gracias, Aldaba, me alegra que te gustara.
EliminarUn abrazo!
Formidable. Un loco poseído por otro loco... Esa sonrisa necesaria tiene un influjo demasiado poderoso...
ResponderEliminarLa idea del retrato oval, el alma atrapada en el cuadro, se trasluce muy bien, aquí desde un ángulo demencial. Es una historia que deja al lector atrapado y degustándola al terminar de leer. Hay maestría en los diálogos, porque sólo con ellos esbozas los personajes y creas esta excelente escena; sátira hacia la figura del artista, el arte, los que pagan... (completamente actual..). ; miedo... cuando lees esos crujidos...(a mí me ha dado) y locura en la línea de Poe.
De modo que ni una línea tiene desperdicio. Enhorabuena!
Un fuerte abrazo
Hola, Maite. En esta convocatoria no tenía nada claro. Iba a utilizar un relato que tengo por ahí aparcao pero no me convencía. Sin embargo, fue leer El retrato oval, y las ideas comenzaron a fluir. Eso de el alma encerrada en un cuadro me impactó. Me alegra mucho que resaltes lo del loco poseído por otro loco. Ese tema es impactante y con el que se pude tirar y tirar.
EliminarMuchas gracias por pasar y comentar, me alegra que te haya gustado
Mi más sincera enhorabuena, qué maravillosa forma no solo de escribir y narrar la historia, sino de hacer que no podamos dejar de leer. ¡Menudo final! Maravilloso. Besos :D
ResponderEliminarHola, Margarita. Pues vieniendo de ti, no sabes lo que me alegran tus palabras. Me alegra mucho que hayas pasado y comentado.
EliminarUn abrazo.
Pd: estoy un poco ausente con mi vida bloguera, pero voy a ponerme de nuevo con ella.
Un relato muy original que va creciendo en interés a lo largo de su lectura, me pareció muy bueno. Saludos.
ResponderEliminarPues me alegra que te gustara de esa manera exponencial, Ana.
EliminarUn abrazo y muchas gracias por pasar
Espléndido relato, Pepe. Has logrado algo muy interesante con esa alternancia entre la superficialidad de los mecenas, el soliloquio del anfitrión y el diálogo de la locura con el autoretrato del pintor. Es, además muy profundo. Muchas gracias, ha sido una emoción leerte,aunque de las más terroríficas desde ya. Un abrazo
ResponderEliminarHola,Juana. Las gracias las tengo que dar yo por pasar, por la atenta lectura y tan amables palabras. Me alegra todo lo que cuentas, pues la verdad es que el relato se me antojó algo rebuscado y que no acabara de entenderse con la extensión tan maquiavélica que nos pone David. Por suerte te gustó y te aterro, je, je, je.
EliminarUn abrazo!
Gracias, Pepe, por participar con este relato en el homenaje a Edgar Allan Poe que realizamos este mes. Un abrazo y suerte!
ResponderEliminarMuchas gracias a ti, David, la suerte ya la tengo por pertenecer al grupo, je, je, y un fuerte abrazo.
EliminarTremendo relato, Pepe. Poco puedo añadir a lo que comenta Isra. Estoy totalmente de acuerdo con él, esos dos planos narrativos que confluyen al final en ese desenlace tan impactante son una genialidad. Las dos partes encajan con muchísima naturalidad y dan un tono muy especial a la historia. Me ha encantado. Muchas felicidades.
ResponderEliminarHola, Marta, pues me alegra que te haya gustado. La verdad es que no sabía si esos dos planos iban a quedar claros o confusos. Me alegra que no.
EliminarUn abrazo!
Hola Pepe, muy bueno tu relato, no podía dejar de leer para saber qué sucedería, trataba de imaginar qué... el alma encerrada en el cuadro me gustó mucho la idea, los comentarios vacíos de interés por parte de los mecenas, muy bueno.
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso, saludos, PATRICIA F.
A mí me suele gustar la narración con poca descripción, más bien, que fluya hacia delante. Empezar con una pregunta y que el lector quiera sentirla respondida. Me alegra mucho eso que dices de que no pudiste dejar de leer. Creo que es parte de la intención.
EliminarUn abrazp!
Muy bueno. Qué decir después de todo lo que ya te han dicho, Pepe.
ResponderEliminarTodo es repetitivo en la rueda de la vida, siglos y siglos y, los clasistas siguen siendo clasistas, los locos, quizás no tan locos, siguen siendo locos, y luego, quienes creemos estar en ninguna parte.
Todos estamos locos, delaFlor, mejor eso que la cordura de starbucks que vende el sensacionalismo actual.
EliminarMe alegra mucho que te gustara.
Un abrazo!
¡Demontres! ¡¡¡De cómo el catalizador de las psicastenias puede ser una sonrisa!!! En alguna ocasión en textos tuyos de otras veces, he disfrutado leyendo la figura romántica y gótica del "Fetch" que aquí se unifica también entre Ramiro y el protagonista, logrando una gran obra de locura, despiece, transfusión y ....¡pardiez! : ¡¡¡¡¡Arte Mucho Arte "Pepedelatorrense" !!!!!! Me gusta también el plasmar tuyo de las sofocantes veladas sociales de tiempos de antaño -¡que es para matarlos (¡uy, perdón, salió mi vena psicópata....¡¡¡¡¡¡¡lo del retratista de Ramiro se pega, eso es otra cosa que me hechiza y abduce sobre todo)-y en líneas generales la mezcla de los relatos grotescos de Poe y a la vez de terror. Me llegó al alma porque "El retrato oval" es también de los primeros que leí en mi infancia (¡¡¡¡¡¡¡el primerísimo fue "El Gato Negro"!!!!!!!) Bravo, muchacho, buena velada, comme il faut...🌿
ResponderEliminarEl bueno de Ramiro saca de cada nosotros nuestro lado más siniestro, je, je. Yo no era muy conocedor de la obra de Poe hasta este reto. Se me antojó muy difícil por eso y por la gran cantidad de elementos. Pero fue leer el relato de El Retrato oval y todo comenzó a fluir. Por cierto, Juan, me encanta tú manera de comentar. Eres un pozo de sabiduría. Busqué de nuevo la figura del Fetch, creo que tienes razón me fascina mi supuesto doble, pero si algún día me lo encuentro no sé si estaré a la altura con lo que le estoy haciendo pasar al pobre Ramiro, je, je.
EliminarUn abrazo!
Hola Pepe. Un relato con tu sello personal, marca de la casa, sustentado en los diálogos y en el que nada es lo que parece. Una crítica social hacia la frivolidad y la altivez de las capas más adineradas, que lejos de aportar nada al resto de los mortales, se permiten criticarlos hasta en el más mínimo detalle. La relación entre el narrador y el pintor Ramiro es de lo más extraña y atrayente al mismo tiempo, como si fueran parte de una misma cosa, o tal vez la misma persona. Asoma en ambos esa locura en el límite de la cordura tan característica de los relatos de Poe. No sentiré pena por los barones, duques y demás fauna si el pintor decide que pasen a mejor vida para mayor gloria suya. Buen trabajo, como siempre. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Jorge. Sí. Últimamente la clase alta está en nuestro punto de mira. Y aquí casi me salió sin querer. En realidad la idea inicial del relato es el flashback que narra el protagonista, pero me apeteció darle otra vuelta de tuerca y de ahí... ¡a por la clase alta!
EliminarMe alegra mucho que te gustara. Tus análisis son una gozada, le realza el ánimo a uno que no veas.
Un abrazo!
Vaya, Pepe. Ramiro perdió la cordura en la búsqueda de la sonrisa de su mujer y nuestro protagonista la pierde cada vez que ve sonreír al autorretrato del artista.
ResponderEliminarUn muy buen trabajo. El uso del presente y de la primera persona ha sido muy acertado. Nos mete en la narración, espectadores aterrados por lo que va a venir. ¿También expectantes?
Te deseo lo mejor en el concurso. Un saludo.
Muchas gracias, Bruno. Como le dije a Jorge, el relato fue planteado como la historia de Ramiro, pero le faltaba algo más, o eso pensé. Me alegra que te haya gustado. A ver a ti qué se te ocurre, desde la barrera todo es distinto, je, je.
EliminarUn abrazo!
Hola, Pepe. En primer lugar , destacar la originalidad del cuadro, digo del relato, jejeje, y también por supuesto todo el humor negro negrísimo que impregna al texto y con el que me he reído muchísimo. En segundo lugar, es muy difícil lo que has hecho al enlazar las dos historias en paralelo y que no chirríe, con los recuerdos a modo de flashback mientras se desarrolla el presente del relato. Lo dicho, excelente, como el Moet. Un abrazo y buen fin de semana.
ResponderEliminarPues yo no soy muy de Moet, Pedro, mas bien de moscato. La verdad es que hay cierto humor negro, compañero, somos un poco medio psicopatillas, menos mal que nos da por desahogarnos solo en el papel, je, je.
EliminarMuchas gracia por pasar y un abrazo!
Hola, Pepe:
ResponderEliminarGracias por regalarnos este relato. Como lector me ha parecido ameno y sorprendente; como aprendiz de escritor admiro tu fluidez narrativa y su tono de humor.
Además me parece muy difícil la narrativa en primera persona; y es tan fácil disfrutarla en tu relato.
Lamenta que no haga comparaciones con la obra de Poe, pero no soy un gran lector suyo (como se puede apreciar en mi relato)
Un abrazo, Pepe.
Las gracias la tengo que dar yo por tus amables palabras, Nino, y por pasar y detenerte en el relato. Se dice que la narrativa en primera persona es de escritor primerizo porque se encuentra más cómodo, pero tienes razón, es complicada. Me alegra que te haya gustado en ese sentido, algo bien he hecho pues.
EliminarLo dicho, muchas gracias por pasar y un abrazo!
Hola Pepe sin duda ya no se puede una retratar con tranquilidad. :) muy buen relato, como ha dicho por ahi Margarita no se puede dejar de leer la obra y la sombra de la muerte y el asesinato estan desde la primera línea. Enhorabuena.
ResponderEliminarYa ves, Ainhoa, menos mal que estamos en la era de los selfies.
EliminarMe alegra mucho que te gustara y atrapara.
Muchas gracias por pasar y un abrazo!
Hola, Pepe. Otro relato con el personal de tu gran talento literario y de tu formidable capacidad narrativa. A destacar como desarrollas la apasionante trama con brillantes y fluidos diálogos suavizando lo macabro con pinceladas de sutil humor negro.
ResponderEliminarSin duda, un gran homenaje a Poe, esta historia de retratos y asesinos, que se disfruta de principio a final provocando escalofriante admiración.
Suerte en el Tintero
Un abrazo
No sabes lo que me alegra leer eso venido de un maestro del terror como tú, Paco. Los diálogos me gustan mucho, dicen más de lo que un párrafo pueda mostrar, pero ocupan mucho más espacio que un relato solo narrado. La verdad es que este relato ha sido agotador en sentido del conteo de palabras. Me alegra pues que te haya gustado.
EliminarUn abrazo!
Con el sello personal, quise decir
ResponderEliminarLo entendí, je, je
EliminarEsos cuadros que podríamos calificar de hiperrealistas, que parecen cobrar vida, son el centro y la clave de cualquier historia de terror o de suspense en torno a un personaje, como Ramiro, trastornado, y que contagia su obsesión a su propietario. Me ha recordado a El retrato de Doria Grey, pero aquí no es el protagonista quien sufre las consecuencias de la maldad que emana del lienzo sino los invitados y observadores ajenos a lo que se esconde detrás de la pintura.
ResponderEliminarMe ha encantado la historia en sí y el modo (ya lo he dicho hasta la saciedad) con que sabes elaborar unos diálogos tan naturales y efectivos.
Un fuerte abrazo y a por el Tintero de Oro, je, je.
Josep, primero felicitarte que he visto en facebook que hace poco fue tu cumple. ¡Felicidades, amigo!
EliminarPues yo solo he visto la película antigua de Dorian Gray. Me fascinó. Un cuadro que envejece para que su retratado siga joven. La idea de los cuadros es fascinante en el mundo del terror, como bien dices, están vivos, je, je.
Muchas gracias por pasar y comentar, y bueno, no sé si a por el Tintero, pero sí a unos bueno ratos de lectura grata e inquietante.
Un abrazo!
Hola Pepe , anoche te leí antes de irme a dormir pero como los ojos se me ceraban no te comenté , y lo hago ahora , la verdad es que es un relato muy original , ya que al final el cuadro mata o induce a matar , a todo ese rancio abolengo de gente estirada , y el otro era el brazo ejecutor.
ResponderEliminarPor un momento , tu cuadro tiene un poco de similitud con un relato que escribí , que se llama " el precio de un selfie" al final mi pintura se come a una que hizo una crítica despectiva del cuadro y este se vengo cominendose a la chica , la pintura creo que era la de Neptuno comiéndose a sus hijos , te deseo suerte en el reto , besos de flor.
Hola Pepe , aquí te dejo el enlace del relato que escribí que es algo parecido al tuyo , eso si es muy cotito , espero que te guste , ya me contaras , que te parece https://elbauldemislibrosyjuguetes.blogspot.com/2020/06/el-precio-de-un-selfie.html , te deseo mucha suerte en el reto , te deseo un feliz fin de semana , besos de flor.
EliminarMuchas gracias, Flor, por pasar y comentar. Me alegra que te haya gustado. El arte requiere tanto del artista que no es de extrañar que una parte de él quede impresa en la obra.
EliminarPor cierto, ya pasé a leer tu relato. Es formidable. Sí que tiene similitud con el mío, aunque con el plus de Goya y sus demonios internos. Muchas gracias por compartirlo.
Un abrazo!
¡Hola!
ResponderEliminarCon tu habitual talento y fértil imaginación construyes un potente relato fusionado con la era moderna. Me gusta la fluidez al leer y el redondo suspenso del final.
Saludos
Hola, Yessy, pues me alegra mucho que te gustara, porque tú eres experta en el tema, así que algo habré hecho bien.
EliminarUn abrazo y gracias por pasar.
Hola Pepe, impactada me quedé al terminar de leer tu historia. Hasta busqué en google el cuadro, solo para ver la cara de ese pintor. Lo que has escrito me parece muy complicado de hacer, no por la historia dialogada (tú manejas los diálogos con una fluidez pasmosa) es por la cantidad de personajes en un relato tan corto. Pero la historia engancha y va tomando cuerpo e imagen, ya te digo en mi cabeza estaba ese autorretrato como si no me quitara la vista de encima. Yo creo que esta parte es muy buena. Dos historias que transitan juntas cogidas de la mano y un narrador que juega consigo mismo entrando y saliendo de escena, bien en el diálogo con los demás personajes y hasta consigo mismo y luego salta para mezclarse con el público. Felicidades por este trabajo. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Eme. Pues el cuadro no existe, creo, a no ser que mi subconsciente me la haya jugado. De hecho, navegué por la red buscando algo parecido, pero no encontraba nada que se ajustara.
EliminarJo, me alegra mucho todo lo que dices, y más viniendo de una maestra en tramas complicadas como tú. La verdad es que sí, hay muchos personajes, pero en el fondo solo tres: el narrador y ramiro como uno mismo, la mujer retratada y los otros como otro. Siendo así, todo es más fácil; no hay que rebuscar voces particulares porque menos la del prota el resto cabalga sobra algo superficial.
Muchas gracias por tan amable comentario. Me alegra que ge gustara.
Un abrazo!
Es que los diálogos, ya lo sabes Pepe, es tu mayor baza, el modo en el que los orquestas, medidos con eficacia entre los dialogado y los incisos.
ResponderEliminarRecalco la doble corriente de las aparentes estupideces que escupen las bocas, especialmente de la “varonesa”, y el flujo interno del pensamiento. Como dice el compañero Jorge, la frivolidad social y vacía impresa en a doble historia que transcurre con fluidez y naturalidad pasmosa. Hay inteligencia narrativa en la aparente sencillez… pero la historia es rocambolesca y complicada, yendo mucho más allá de lo que aparenta.
P.D. Me ha encantado especialmente el comentario de Isra (músico como tú, y se nota), aunque no estoy de acuerdo en escribir “varonesa” con uve, no por la evidente falta de ortografía, sino porque no aporta “sonido”, no hay casi diferencia en la pronunciación de ambas, salvo que se sea vallisoletano 😊 Creo que ya hay suficiente ironía y desprecio por el personaje de la baronesa, y del barón que se ridiculizan solitos sin necesidad de apretar la uve.
Y un despiste, señor despistado, el volver a hacer sin hache.
En lo que sí que estoy totalmente de acuerdo, es en que es un relato de categoría, original, con sello propio, merecería estar en el podio, desde luego. Gracias Pepe, por el buen rato de lectura.
Un cariñoso abrazo.
Ya sabes que los diálogos me encantan. En este caso introduje un diálogo distinto y poco común. Algo arriesgado pero veo que se entendió bien.
EliminarPor otro lado, me parece muy interesante tu comentario. A la hora de escribir no sabemos si nos pasamos en lo que queremos mostrar o nos quedamos cortos. Según dices, me pasé un poco tratando de mostrar la naturaleza de algún personaje. Eso suele pasarme mucho, porque como te he dicho, la cosa siempre vira por derroteros subjetivos. Afortunadamente, esta puesta en común ayuda a resaltar tales cuestiones. Te agradezco mucho el comentario. Con él me ayudas a crecer. Lo tomaré en cuenta, pero cuando termine el concurso, de momento esto se queda así. Lo otro... Ay señor. Hasta que lo has dicho no me lo había visto, pero ahora me duele tanto como un manotazo, je, je. La torpeza siempre latente y sin ganas de abandonarme.
Muchas gracias por pasar y por regalarme un comentario tan amable y constructivo. Espero ver que participas, desde la barrera todo es distinto y seguro que nos regalas otro relato inmenso.
Un abrazo, comañera!
No te has pasado nada en absoluto, ¿en serio eso no lo he dicho yo)?, retratando la naturaleza de algún personaje. Lo has clavao. Tú mismo dijiste contestando a algún compañero que lo de varonesa/varón en principio fue un error, y que luego te gustó cuando lo repasaste. No enfoques mi comentario solo en algo que me pareció algo atípico. Tu relato es muy muy bueno, querido y admirado Pepe, y yo una tiquismiqui o como se diga, de cuidao.
ResponderEliminarNo creo que participe esta vez fuera de concurso, pero si que lo hice en "Café Literautas" porque era la última convocatoria de la temporada, y porque la compañera KMarce se ha esforzado mucho y ultimamente había muy pocos participantes. Además ya sabe que estoy escribiendo la segunda aparte de la parte contratante de Villa Herbabia Bis.
Si tuviera que votar, al menos entre los que ya he leído, el tuyo estaría muy arriba, que lo sepas.
Quizá me expliqué mal, quise decir que como apuntas ya hay suficiente ironía con ellos y a lo mejor con lo del nombre ya es pasarse. Y me gustó el apunte, para nada me molestó, al contrario; muchas veces pensamos que escribimos algo y con las impresiones completamos lo que de verdad dice el relato. Y tus comentarios son fantásticos, siempre respetuosos, loables y siempre aportando algo. Por cierto, siendo así, es una lástima que no puedas votar, je, je.
EliminarPor otro lado, muchos ánimos con la segunda parte de la novela. Seguro que te queda magnífica y todo esfuerzo valdrá la pena.
Un abrazo!
Hola, Pepe!! Qué original y terrorífico es tu relato. No me esperaba el final, en el que el protagonista enloquece al igual que Ramiro. Lo que más me ha gustado es la vida que cobra el autorretrato, como si fuese un personaje más. Suerte en el Tintero y un abrazo.
ResponderEliminarHola, Cristina. Los psicópatas son imprevisibles, pueden hacerte un cuadro en todos los sentidos. Me alegra mucho que te gustara.
EliminarMuchas gracias por pasar y un abrazo!
Hola, Pepe.
ResponderEliminarQué bueno. Tanto la critica que subyace al relato como la historia contada, con esos pequeños toques de ironía que rompen con la imagen sádica del autor. Por suerte a nosotros a estos sitios no nos van a invitar, porque no podemos ser mecenas de nadie, pero fíjate que después de leerte uno hasta se lo pensaría.
Genial, muy bueno.
Enhorabuena.
Mucha suerte en el concurso.
Un abrazo.
Hola, Irene, se me acumularon tantos comentarios que se me debió pasar responderte. Perdón por el despiste. Muchas gracias por pasar, y menos mal que andamos siempre, o por lo menos yo sí, al día y no podemos financiar a nadie, porque si el patio está de ese calibre, je, je.
EliminarMuchas gracias por pasar y un abrazo!
Hola, Pepe. Magistral. Un relato no solo creativo y bien llevado, también tiene un toque de humor negro y un final para alquilar balcones.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Mirna!
EliminarHola, Pepe, me quito el sombrero con tu maestría para con los diálogos. Qué dominio tienes de los diferentes registros que uno puede llegar a desarrollar con dicho recurso narrativo. Además nos vas mostrando poco a poco el trastorno del protagonista hasta el desenlace de la historia, esa evolución me fue hipnotizando con un suspense y una tensión que iba creciendo hasta el final. Me ha gustado mucho tu relato de terror gótico, sin duda alcanzará una buena posición al final.
ResponderEliminarUn abrazo y suerte en el Tintero.
Hola, Carles, me alegra mucho eso que dices, sobre todo lo de la evolución del personaje. Ese tema es un tanto complicado, eso de mostrar una cosa totalmente distinta a la primera y con cierto giro retorcido. La verdad es que a mí también me gustó, aunque el resultado fuera un tipo enajenado.
EliminarMuchas gracias por pasar y jn abrazo!
Hola, Pepe. No sé por qué este retrato y la sonrisa me han llevado a la Gioconda... Y ya sé que no tiene nada que ver con ella pero esos giros que has dado en la segunda mitad, me han dejado pasmada y han cambiado por completo todo el contenido. También me ha recordado al 'Retrato de Dorian Gray' porque tiene unos toques egocéntricos muy sugerentes. Me ha gustado mucho y todo usando diálogos de forma mayoritaria.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, MJ. ¿Sí, la Gioconda? La verdad es que algo tiene, esa medio no sonrisa. Como también tiene ese toque narcisista de Dorian Gray. Algo oculto que no puede salir sino en forma maligna, je, je.
EliminarMe alegra mucho que te gustara.
Un abrazo
Estupendo relato, Pepe. Me ha encantado la forma de narrarlo y las historias paralelas del retrato y del dueño del retrato. Una genialidad. Enhorabuena!!
ResponderEliminarJo. Muchas gracias por tan amables palabras, Lola.
EliminarUn abrazo
Sospecho que el tal Ramiro Ramírez no era tan buen retratista como lo afirma el personaje narrador. Que por eso no le salía la sonrisa de su esposa. También puede ser que a la bella esposa no la hacía feliz posar para Ramiro. Y tal vez lo haya abandonado, tal vez por otro pintor.
ResponderEliminarA la vez, se podría desconfiar de la historia contada por el narrador. El tema del retrato oval, de la esposa muerta al ser acuchillado su retrato, podría ser una invención o parte de la locura del narrador. La misma locura que lleva a imaginar ser poseído por Ramiro Ramírez.
Lo que no le quita lo indeseable de esos financistas del arte. Merecedores de un retrato caricaturesco.
Bien contado.
Hola, Demiurgo. Puede que sí, que todo sea un delirio del prota, después de todo, las narraciones en primera persona pueden ser engañosas. Puede que Ramiro matara en efecto a su mujer, que el escarnio de ella fuera el suyo propio o que el prota lo haya imaginado todo. Un apunte genial el que me dejas. Es fantástico el gran elenco de puntos de vista que me proporcionáis.
EliminarUn abrazo y gracias por pasar
Hola Pepe te ha quedado un relato fantástico desde el principio al fin atrapa al lector .
ResponderEliminarLos personajes y los diálogos son muy buenos
El argumento genial
Te felicito
Un abrazo y suerte em el concurso
Puri
Muchas gracias Puri.
EliminarUn abrazo!
No seré yo el que desmienta a los que comentaron sobre la calidad de tus letras ¡faltaría más!
ResponderEliminarDestaco esas historias subyacentes a la que construye el argumento general. Esos secretos trágicos guardados celosamente a los mecenas e invitados, desvelados al lector por el narrador. De tal manera que "nosotros" los invitados al otro lado de la historia, podemos prever el final sangriento y truculento una vez acabe la narrativa en cuestión.
Que Dios asista a esa superflua caterva descreída y desconocedora del poder del arte.
Abrazos ,Pepe.
Eso, Francisco, con el arte no te puedes meter, si no, esta contra ti. La verdad es que cada vez me caen peor los mecenas esos, me estáis convenciendo de que el psicomacabrismo es una salida aceptable, je, je.
EliminarUn abrazo, compañero
Muy buen relato, Pepe. Me encantó como juegas con las personalidades del protagonista. Me pregunto si el tal Ramiro Ramírez una vez existió, o todo fue parte de la imaginación del protagonista.
ResponderEliminarBuen relato de principio a fin.
Suerte en el concurso.
Un abrazo.
La verdad es que al pobre Ramiro le he hecho sufrir demasiadas calumnias, espero que no, porque si no vendrá a por mí, y conociéndole, no me augura buen final, je, je. Bromas a parte, agradezco mucho tus palabras. Me alegra mucho que te gustara.
EliminarUn abrazo!
Hola, Pepe. A parte dela broma del género y el título nobiliario que me recuerda a pijos (piojos resucitados o de los de quiero y no puedo...) me parece a mí que el narrador es también el apuntador del artista de almas que a los vapores del aguarrás acaba más colgado que sus lienzos en el caballete. Y por frustración de su mediocre arte acaba firmando las obras cuchillo en mano.
ResponderEliminarEn definitiva el relato de un atormentado poetanio, pero que hace buenas migas con el humor negro de sus cursis víctimas.
Saludos y suerte.
Los vapores de aguarrás son de armas tomar, pueden volver a uno tarumba, ja, ja, incluso creerse un gran artista.
EliminarMuchas gracias por pasar y un abrazo!
en tus textos el protagonista siempre es el narrador, mas que cualquiera de los prersobajes, si es en primera persona mucho mejor porque asi se confunde y justifica. la Varones es la caña (incluido el chiste de la carne), un personaje magnifico que tendra un trato preferencial cuando los "pinte", supongo. Imagino al Baron, y su cara de felicidad, viudo por unos minutos, si tiene suerte.
ResponderEliminarEl crujido del oleo seco al cambiar de sonrisa a serio y de serio a sonriente es otro puntazo.
Ramiro se conduce al comedor sbedor que va a tener que llamar al "señor Lobo", para "limpiar" cuando temine de "pintar".
sludos y suerte, Pepe
Ese estropicio no lo salva ni el mismísimo señor Lobo, je,je. Yo también creo que se ensañará con ella, le está buscando las cosquillas todo el rato, y no hay que meterse con uno que esté más majara que tú, por si las moscas.
EliminarMuchas gracias por pasar, Gabilante, y un abrazo!
Felicidades, Pepe, por ese Tintero de Plata, galardón bien merecido para tu relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
De Carles, ja,ja,ja,ja, se me coló el dedito.
EliminarAbrazos.
Muchas gracias, Carles, no sé si merecido, pero sí agraciado por vuestros ánimos.
EliminarUn abrazo!
¡Eseee Pepeee! Plata para un relato original con sello propio, ¡sí señor!
ResponderEliminarEnhorabuena, amigo Pepe.
Isabel! Muchas gracias, la verdad es que me costó dar con algo, pero fue leer el cuento del retrato oval y salió este cuentito. Me alegra que haya gustado.
EliminarMuchas gracias, amiga, y buen veranito!
Felicidades Pepe, por ese merecido Tintero de Plata, otro más para adornar tu blog. Un abrazo!
ResponderEliminarLa verdad es que me hace ilusión porque no había ganado ninguno de plata, ahora sí que los tengo todos.
EliminarMuchas gracias, Jorge, me alegra haber repetido podium contigo.
Un abrazo, amigo, y feliz verano!
Supongo que queda bastante mal contradecir la opinión de todas esas personas que nos han votado, pero en mi humilde opinión y por si te sirve de algo, yo creo que tú eres el ganador. Insisto: es una pequeña obra maestra.
ResponderEliminarEn cualquier caso, honradísimo de compartir podium contigo.
Enhorabuena, un gran abrazo.
Muchas gracias, Isra, al final te voy a aceptar esas cervezas, pero la tapita la elijo yo, y el resto está de más, je, je.
EliminarComo te dije, y me contestaste, el mejor premio de esta edición ha sido ese feedback y puesta en común de relatos y opiniones. El resultado ha sido la guinda de este enorme pastel. Me alegra mucho haber compartido contigo y con Jorge el podium, fuisteis de mis preferidos. Te deseo que pases buen y literario verano, yo voy a por Ursula K. le Guin, que la tengo hace meses esperándome.
Un abrazo y nos leemos!
Enhorabuena, Pepe, por tu flamante Tintero de Plata.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Paco, ha sido una edición enorme, el año que viene te espero con renovadas fuerzas.
EliminarUn abrazo!
¡Enhorabuena por tu plata!! Genial historia. Tienes el don de maravillarnos y dejarnos dándole vueltas a tus historias, porque son tan ricas, tan ingeniosas...
ResponderEliminarUn abrazo grande :)
La maravilla es teneros siempre tan atentos y agradecidos. Muchas gracias por pasar, Maite, me alegra mucho haber compartido tantos encuentros este años, el año que viene más y mejor, seguro.
EliminarUn abrazo y feliz veranico!
Felicidades, Pepe, por ese Tintero de Plata tan merecido. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias, Bruno!
EliminarUn abrazo y feliz veranito!
Tiene un gran contenido aquí, encuentro algo en la medicina herbaria bueno para compartir aquí con cualquier persona que padezca enfermedades como VIH, herpes, hepatitis, diabetes, cáncer de columna, cáncer de estómago, cáncer de vagina, cáncer de vulva,
ResponderEliminarCáncer de testículo, Enfermedades de taquicardia pulmonar, Cáncer de páncreas, Leucemia, Cáncer de hígado, Cáncer de garganta, Escoliosis, Tumor cerebral, Fibromialgia, Toxicidad por fluoroquinolonas Cáncer de vejiga, Cáncer de cerebro, VIH, Herpes, Cáncer de esófago, Cáncer de vesícula biliar, Enfermedad trofoblástica gestacional, Cáncer de cabeza y cuello ,Linfoma de Hodgkin
Cáncer intestinal,Cáncer de riñón,VPH,Cáncer de pulmón,Melanoma,Mesotelioma,Mieloma múltiple,Tumores neuroendocrinos
Síndrome Fibrodisplasia Osificante Progreso esclerosis, enfermedad de Alzheimer, Diarrea Crónica, Enfermedad de Lyme Crónica, Lupus también. Puedo hacerlo, fui a un programa en África occidental sobre moda en otro lado, era VIH positivo. Caminé por un pueblo cercano para ver el horario de nuestro programa, luego encontré un letrero que decía Dr. Itua Herbal Center, luego les pregunté a mis colegas qué pasaba con este mismo hombre llamado Dr. Itua. Ella me dijo que él es un médico herbal y que puede curar todo. tipo de enfermedad caminé hacia él y le expliqué como soy un estrangulador por ahí me preparó medicina herbal y me dijo cómo beberla durante dos semanas, cuando llego a mi habitación de hotel le echo un vistazo entonces dice una oración antes de beberlo sin saber que después de dos semanas fui a hacerme la prueba y descubrí que era negativo Corrí hacia él para pagarle más pero se niega y dice que debería compartir sus obras para mí en todo el mundo para que las personas enfermas puedan ver también Estoy escribiendo mucho sobre él esta temporada, así es como me curé bebiendo la medicina herbal del Dr. Itua. Es un hombre cariñoso con un corazón piadoso. Bueno, todo lo que decidí pasó bien por mí y cómo vas a tratar este nuevo aspecto de tu vida. No tienes que sufrir solo, y está bien pedir ayuda. Tampoco tiene que ser un demonio constante, ya que conocerás tu cuerpo y a ti mismo de una manera mucho más profunda que la mayoría de las personas. Aproveche esto, ya que le ayudará a apreciar Africa Herbal Made.
Información de contacto del Dr. Itua.
Correo electrónico... drituaherbalcenter@gmail.com.
Número de Whatsapp....+2348149277967