Antes solían juntarse cada semana. Ahora de tanto en tanto. Si no fuera por Chema, el anfitrión y dueño de la casa donde van a cenar, cada vez lo harían menos.
Ari y Alberto han llegado primero. Ella siempre perfecta, demasiado, sobre todo por el excesivo maquillaje. Él, tan musculoso como de costumbre y alardeando de sus negocios. Al poco, aparece la segunda pareja, Toñi y Gonzalo. vienen discutiendo, algo normal.
La velada comienza en la cocina, bebiendo vino y con los continuos reproches de Toñi y Gonzalo amenizando cómicamente la conversación.
—¡Pues no me dice que estoy más rellenita! —brama Toñi señalándolo.
—Te he llamado fornida —contesta Gonzalo algo colorado.
—Madre mía —entre las risas de sus compañeros, Ari interrumpe—, Toñi, ¿cómo le aguantas?
—¡Si es un cumplido! —Gonzalo trata de defenderse.
—Mira... —Toñi apura de un trago su vaso—, me niego a que un tío fofo y medio calvo diga que estoy gorda.
Las carcajadas empiezan a ser contagiosas, incluso Gonzalo suelta una risilla. De pronto, suena el timbre.
—¡La comida! —salta Chema—, id al comedor.
Entre risas y reproches, obedecen. Están felices, tenían ganas de verse. Llegan al comedor y entonces, Ari, que ha entrado primero, se detiene.
—¿Esperamos a alguien? —señala la mesa, esta aguarda con una vela en el centro y seis juegos de platos y cubiertos.
Al poco aparece Chema con la comida.
—¿Nos la vas a presentar ya? —le dice Ari juguetona, sus dientes resaltan luminosos.
—¡El solterito ya está emparejado! —ríe Gonzalo—, al final todos caemos...
Toñi le de un codazo, el resto espera a ver qué dice Chema.
—¿Yo?
—Venga Chema, suéltalo..., has puesto la mesa para seis —Alberto apunta hacia el sexto plato.
Chema mira y se cerciora de que tienen razón, aunque es cierto que no esperan a nadie más.
—Lo habré puesto sin querer —comenta risueño—, últimamente se me va bastante la pinza.
Después se sienta, insta al resto a que lo haga y, ante sus extrañas miradas, comienza a repartir la comida.
—¿El pescado era para? —pregunta por preguntar, sabe que es para Alberto—, y esta gran ensalada para la reina del fitness —le da el plato a Ari—, y ¿cómo no? Las brochetas de cordero bien grasiento para la parejita feliz —Gonzalo mira de reojo a Toñi, esta se la esquiva—, yo el arroz frito y... ¿esto? —en el fondo de la bolsa aún queda algo—, ¿«Costillas al estilo infierno»? —lee en la tapa del último envase.
Todos fruncen el ceño.
—Será para tu novia imaginaria —dice de pronto Alberto.
Una sonora carcajada secunda el comentario.
—Se habrán equivocado —comenta Chema ajeno al escarnio.
—Pues mira, ¡por si Toñi se queda con hambre! —brama Gonzalo, el cual se lleva varios capones, y no solo de su novia.
Chema las abre y un apetitoso aroma inunda la estancia. Tanto que deciden comerse antes que nada esas «costillas al estilo infierno».
—Está buenísimas —comenta Ari.
El resto asiente.
—¿Sabéis? —dice entonces Chema, masticando y sin dejar de mirar su plato—, esto me recuerda algo...
—¿Las costillas?
—No, la situación... Hace poco leí una historia, cinco amigos se reunieron para cenar y les ocurrió lo mismo.
—¿Se comieron la cena de otro? —ríe Toñi.
—Sí —comenta Chema sin levantar la mirada del plato—, también se encontraron con una ración de más sin esperar a nadie. Pensaron que era fruto de errores, pero se equivocaban... —por fin levanta la cabeza—, había alguien entre ellos: el diablo.
Un tenso silencio se adueña de la habitación. Solo la vela parece moverse. Entonces, Chema empieza a reírse.
—¡Vaya cara habéis puesto!
Los demás resoplan.
—Joder, tío, me lo estaba creyendo —comenta Gonzalo.
—Bueno..., la historia es cierta —Chema rellena las copas.
—Ya —Alberto ríe y agarra el vaso—, pero aquí más que el diablo ha sido tu novia imaginaria.
Ese comentario debería haber provocado nuevas risas si no fuera porque los platos y vasos de la mesa comienzan a quebrarse a la vez. Todos dan un respingo y se levantan como un resorte. Ari y Toñi se acurrucan en los brazos de sus novios, estos se miran con los ojos bien abiertos sin saber qué pensar. Entonces, otro estruendo de platos rotos los asalta desde la cocina. Ahora sí saben qué hacer: salir de allí.
Rápidamente, se internan por el pasillo que conduce a la salida. En pocos segundos deberían llegar a la puerta, sin embargo el pasillo parece extrañamente largo, incluso más oscuro. No entienden nada, pero tampoco quieren entender, solo escapar. De pronto, se topan con lo que parece el final de ese extraño pasadizo, lo atraviesan y se quedan de piedra: vuelven a estar en el comedor que acababan de abandonar, aunque en este caso la única luz es la que emana de la rojiza y tenue vela que continúa prendida en una mesa que parece invitarlos a sentarse.
Alarmados, se giran para volver por donde han venido, pero la apertura que les ha devuelto al comedor se ha convertido en una sólida pared. Están atrapados, sin entender nada y tan tensos que no son capaces ni de moverse.
—Chema... —comenta entonces Ari casi sin querer—, ¿cómo terminaron el grupo de amigos de tu historia?
Él mira a cada uno de sus mejores amigos mientras siente una punzada atravesándole el pecho.
—Sobrevivieron, aunque no todos —titubea—; solo tuvieron que devolver algo equivalente a lo que nunca debieron tomar...
Imagen tomada de internet, si está sujeta a derechos que se me avise y la retiraré.
Iba a soltar o, mejor dicho, a escribir, un exabrupto, pero me he contenido, je,je.
ResponderEliminarSi la historia en sí misma ya es de traca y tu imaginación le va a la zaga, tu forma de narrarla (sé que siempre digo lo mismo, pero tu sigues dale que dale, ja,ja,ja) es de matrícula de honor. Me has enganchado desde el primer párrafo y el truco está en la naturalidad y pericia al desarrollar una trama aparentemente "normal", una reunión de amigos en la que uno espera encontrarse con situaciones anecdóticas, como se insinúa al principio, pero que, poco a poco, va derrivando en un thriller psicológico, para terminar pasándote al género de terror.
Mi enhorabuena, Pepe.
Un fuerte abrazo.
Jajaj, me has sacado los colores, Josep, con un comentario tan generoso. Creo que en este relato mi subconsciente me gastó una mala pasada; ahora mismo las reuniones con amigos son casi un delito, solo falta que sean castigo divino y ya todo en orden XD.
EliminarMuchas gracias por tu visita y otro fuerte abrazo.
Joder, Pepe, me has mantenido en vilo hasta el final y más porque me has dejado intrigado con un final que no se acaba. La presencia del ausente genial, la presentación de invitados mediante los diálogos como siempre muy lograda y el fondo digno de la mejor historia de misterio. Y no es la primera vez que nos regalas un relato de este tipo que yo recuerde. Felicidades.
ResponderEliminarPues le estoy cogiendo el gusto a esto del misterio y los finales colgados, me alegra entonces que te haya gustado, y sobre todo que hayas tenido una lectura entretenida.
EliminarMuchas gracias por tu visita y amable comentario y un fuerte abrazo!
Genial, Pepe! Una historia divertidísima al principio que va girando, poco a poco, hacia algo muy inquietante. Un relato que es casi una escena teatral, muy bien construido y con unos diálogos fantásticos. Felicidades!
ResponderEliminarLa verdad es que me empeñe en poner a tantos personajes que estuve tentado de hacerlo casi como describes, como un guión de teatro. Me alegra mucho que te haya gustado.
EliminarMuchas gracias y un abrazo!!!
Muy bueno,... todo parece normal,... una cena de amigos,... ambiente distendido,... para finalizar en algo inquietante que te deja descolocado,...
ResponderEliminarLos diálogos dan mucha agilidad a la escena a pesar de ser muchos personas las que intervienen en ellos.
Mi enhorabuena.
Un abrazo!
Las reuniones con amigos se han convertido en algo inquietante. Incluso la gente te mira raro, como si estuvieras al hacerlo estuvieras condenado... Quizá por pasar so tengamos que pagar algún mal.
EliminarMe alegra mucho que os haya gustado, tanto a Norte como a ti.
Un fuerte abrazo!
Hola, Pepe! Me ha gustado mucho tu relato, con esos diálogos tan divertidos y dinámicos. A pesar de la hilaridad y el desenfado con el que conversan los personajes, no tarda en irrumpir en escena ese elemento tan desconcertante que nos obliga a mirar de reojo hacia el mismo, con desconfianza y temor. El giro final es magistral, poniéndonos los pelos de punta, como escarpias. Pepe, te felicito por este relato tan bien escrito, donde has sabido convertir una situación la mar de cotidiana en algo sorprendente y super terrorífico. Un abrazo!
ResponderEliminarPor cierto, ¡menos mal que esta vez tu relato no participa en el concurso! (de buen rollo, jeje)
ResponderEliminarJajaja, no te preocupes, eso es casi un piropo. La verdad es que el concurso en sí es un gran aliciente, pero lo que más me gusta es poder compartir relatos con más gente. Por eso no pude resistirme a participar aunque esté fuera del concurso. Además, cuando leí la premisa se me vino a la mente la idea y tenía que salir sí o sí; las voces de mi cabeza son tan charlatanas como los personajes de este relato.
EliminarMuchísimas gracias por tu amable comentario, me alegra muchísimo que te haya gustado.
Un fuerte abrazo
¡Qué buen relato! Me has tenido encogida todo el tiempo. ¡Me ha encantado!
ResponderEliminarMe alegra mucho que te gustara, Margarita, y sobre todo que tuvieras una lectura entretenida.
EliminarUn abrazo.
¡Hola, Pepe!
ResponderEliminarFantástico el elemento sorpresivo con el que este relato que se desarrollaba en lenguaje realista, da un giro completo a la trama y crea toda una atmósfera irreal que da lugar a un realismo mágico para completar el círculo. Habría que añadir que este círculo conduce al infierno o a ese espacio que desnuda a las personas o personajes de esta ficción para poner de relieve su propio egoísmo y los intereses que les mueven.
Aunque pueda resultar reiterativa es de justicia subrayar tu hábil manejo de los diálogos, con esos incisos imprescindibles para darle coherencia, visualización y un ritmo endiablado, que hace que se lea de forma hipnótica.
Excelente relato digno de todos mis aplausos.
Un fuerte abrazo.
Queridísima Estrella, muy buen análisis del relato, eso es lo que quise transmitir. Ya sabes lo que me gustan los diálogos, en mis últimos relatos los dejé de lado y ahora necesitaba sacarme la espinita, je,je.
EliminarNo sabes lo que agradezco tus palabras y que te haya parecido una lectura hipnótica y visual.
Un fuerte abrazo!
Nos invitas a un relato fantástico, como de costumbre Pepe. Incluso bien podría ser un estupendo enganche para tenernos colgados esperando una siguiente entrega. La historia nos deja en una situación inquietante. Para salir corriendo, o saber qué hay que devolver. De momento me llevo una grata lectura, y eso ya no puedo devolverlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso de dejarnos colgados que nos enseño David me ha calado, je, je, me ha salido sin pensar, pero tienes razón, ahí hay un buen acantilado. Me alegra que hayas tenido una grata lectura, de eso se trata.
EliminarMuchas gracias y un fuerte abrazo.
Impresionante relato, Pepe. Muchas felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchísimas gracias, Chema (y ahora que lo pienso, eres prota XD).
EliminarUn abrazo!
Me ha encantado Pepe. Muy bien conseguido ese punto de realismo para darle el giro y convertirlo a continuación en fantástico-terror. Los diálogos muy buenos, se empatiza al instante, y facilitan que cinco personajes no hagan bulto en un relato corto. Me ha parecido un relato muy, muy, muy bueno.
ResponderEliminarPues me alegro mucho que te haya gustado tanto, Carles. Me encantan las historias de personajes, y aunque en un relato sea complicado, por lo menos lo intenté.
EliminarGracias y un abrazo!
¡Anda! Ha vuelto a escribir a golpe de diálogos. Se te dan de lujo, Pepe.
ResponderEliminarSi es que los personajes saltan de la pantalla y parece que los veo y escucho hablar.
Se distingue perfectamente quien es quien, no has abusado ni de los vocativos, ni de los incisos, en su justa medida, y eso que son cinco los interlocutores, seis con el ausente presente.
Después de la charla distendida, las bromas, las burlas… ¿quién se iba a imaginar que el convidado de piedra era el mismísimo Satán?
Divertido, dinámico, ágil, y hasta ahora diferente al resto de las propuestas.
Un fuerte abrazo, señor de verbo fácil.
Sí, he vuelto! Jaja. Ya sabes que tengo que sacar de vez en cuando a las voces de mi cabeza, si no me vuelven loco. Bueno, algo distinto si va siendo, aunque la idea se me vino nada más leer la propuesta. Muchas gracias por los piropos, venidos de ti siempre cobran un cariz especial.
EliminarUn fuerte abrazo, compañera!
Hola, Pepe. Has conseguido robarme alguna sonrisa con tu relato, además lo has bordado con ese toque de terror. Gran relato, me ha gustado.
ResponderEliminarMe alegra que te gustara, RR, y que tuvieras una buena lectura.
EliminarUn abrazo!
Hola de nuevo. Ahora me entero de que este relato no entra en concurso, así que te borro de la lista. Tendrás que conformarte con el del mes anterior. Un saludo.
ResponderEliminarSi, este año es distinto, aunque no iba a dejar de compartir algo. El concurso es un gran aliciente, pero me gusta más eso de compartir relatos e impresiones. De todas maneras, si quieres votarme tú no te cortes, jajaja.
EliminarUn abrazo!
Estupendo, me ha divertido. Veo que tienes una gran clientela. Enhorabuena. salu2
ResponderEliminarHola Amilcar, pues sí, y la mayoría de la clientela viene de la comunidad del Tintero de oro, https://concursoeltinterodeoro.blogspot.com/?m=1
EliminarPásate, te va a gustar mucho!
Un abrazo.
¡Hola, Pepe! ¡Pero qué bueno! Me da rabia que no pueda participar en el concurso, aunque te aseguro que es un verdadero relato de exhibición de lujo. Me ha gustado todo: el desarrollo, de una escena trivial de buen rollo a ir introduciendo poco a poco el elemento fantástico, los diálogos, marca de la casa, y, por supuesto, la resolución, tanto el hecho de que sea nada menos que el diablo, como la manera de cerrar la historia avanzando lo que está por venir y que desde luego, al menos al tipo que se comió las costillas no les va a hacer ninguna gracia. Te agradezco muchísimo el aporte que, por supuesto, incluiré en la revista en su momento. Un fuerte abrazo!!
ResponderEliminar¡El lujo es tener a tan buenos lectores! He de reconocer que se me antojó hacer una reseña, pero ya hay muy buenos reseñadores (tres de momento) y poco iba a aportar, además, nada más leer las bases se me vino la idea como una lucecita, y eso si pasa no hay que dejarlo pasar jajaja.
EliminarMuchas gracias por incluirlo en la revista y por pasar y dejar tan generoso comentario.
Un fuerte abrazo!
Un gran relato, Pepe. parece mentira como todos los géneros caben en una única narración: comedia, suspense, drama, terror, fantasía. Y todo ello, de forma natural, sin que nada chirríe no parezca fuera de lugar.
ResponderEliminarAdemás, como ya han comentado, otras personas, de forma que engancha y mantiene en vilo de principio a fin.
Lástima que no pueda competir.
Un beso.
Hola Rosa, pues sí, al final se pudieron meter muchos géneros, siempre es divertido jugar con lo todo lo que de tercie, XD. Muchas gracias por pasar y otro beso.
EliminarPues menos mal que eran costillas y no otra cosa como asadurilla, riñones, corazón, o sesos al infierno, je, je. Bueno, la próxima cena vegana porque ni de unos huevos a la flamenca te puedes fiar.
ResponderEliminarSaludos Pepe 🖐
Sí, y además sin colesterol!, Jaja, muchas gracias por pasar, JM.
EliminarUn abrazo.
Vaya!!, tremenado problema en el que se metieron estos amigos, quizas de ahora en adelante ya nunca volvere a pedir comida a domicilio. Tendre que cocinarla yo mismo.
ResponderEliminarJajaja, mientras no te comas la que no sea tuya puedes ir tranquilo.
EliminarMuchas gracias por pasar, Hugo y un abrazo.
¡Jo___, con perdón! Vaya historia tan siniestra, amigo Pepe, he sentido la angustia de los protagonistas en ese largo pasillo o pasadizo. ¡ufff!
ResponderEliminarMuy bueno el relato, amigo, te felicito y te agradezco que lo hayas compartido a pesar de estar de vacaciones; forzadas, eso sí.
Te envío un fuerte abrazo.
Hola, Patxi, pues me alegra mucho que te haya gustado y te hayas angustiado, jaja. Si, cuando te obligan a descansar no quieres pero cuando no quieres, nunca tenemos las vacaciones que queremos XD.
EliminarUn abrazo.
Pepeeee, qué bueno, los veo, despedazándose unos a otros al final. Y es que la tentación es muy mala, y seguro que llevaría una taco de picante de la hostia, ardería la boca a rabiar, y ahí siguieron con la costilla "al inferno". Gracias por estas escenas con un ritmo acertadísimo, bueno, bueno, la del pasillo es genial, como se les cierra la casa en banda para que vuelvan de nuevo al comedor. Por un momento creía que el anfitrión lo que quería era quitárselos de encima, pero valiente montaje de efectos especiales debía de conseguir para ello. Gracias por compartirlo. Un beso y feliz navidad compañero!!!!!
ResponderEliminarSeguro que estaba chamuscao y con sabor a azufre, pero las cosas gratis siempre saben mejor, aunque no lo sean.
EliminarMuchas gracias por pasar, Eme, y te deseo unas felices fiestas y prospero año nuevo lleno de ingenio, drama y risas, como las que tú sabes provocar, compañera.
Un abrazo.
Preveo que aunque sobrevivan saldrán como Adan del paraíso; sin costilla.
ResponderEliminarHas creado el clima adecuado para tenerme en vilo hasta el final. Al principio pensé que tu historia era parecida a la obra de -perfectos desconocidos-
Un abrazo.
Muchas gracias, Francisco, me alegro mucho que te gustara. Sí que tiene un aire en a esa peli, más aún a la española.
EliminarUn abrazo y feliz Navidad.
Historia intrigante que comienza de la forma más desenfadada para ir convirtiéndose en una historia de misterio donde parece que quien más quien menos tiene algo que ocultar. Me da que al final será un lío de faldas. Me recuerda al una película española con Pepón Nieto y Belén Rueda entre otros. Buena historia, Pepe.
ResponderEliminarHola Jorge, sí se parece a tal película, me gustó. Muchas gracias por pasar y feliz Navidad
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