El consultorio de Madame Santal




¿Estás deprimido? ¿Te ocurre algo que nadie sabe cómo paliar? ¿Piensas que tu mundo no es exactamente el mismo que el del resto? La solución es El Consultorio de Madame Santal
Este espacio es un proyecto colectivo a las órdenes de Estrella Amaranto y su súbdita La Madame Santal, donde acude aquella gente que quiere pasar un buen rato, ya sea colaborando o disfrutando de una lectura tronchante, surrealista e ingeniosa. 
Vale mucho la pena visitar muy de vez en cuando este fantástico consultorio y leer sus consultas, tanto de ella como de sus colaborares, o animarte y enviar la tuya.  

¿Te animas a enviar tu consulta? 



Paso aquí una consulta en la que colaboré para poder ayudar a un amigo mío que el pobre lo estaba pasando francamente mal.


Queridísima Madame Santal, acudo a vos desesperado, nadie me cree y ya no guardo esperanza. Solo su magia queda para paliar alguno de mis cinco males.
               ¿Ha oído la expresión «comer por lo ojos»?,  pues mire, hace poco, escuchando una sinfonietta que no oía desde niño, caí en un estado de trance donde empecé a ver, oler y percibir toda aquella infancia como si estuviera presenciándola. Fue mágico. Al poco volví en mí, pero mis sentidos lo hicieron algo trastocados.
               A priori fue agradable. Oler las vistas puede ser afable, sobre todo encontrándose delante de un campo de flores. Y ya no le digo poder sentir las caricias del canto de un ruiseñor ¡Qué cosquillitas más agradables! ¿Y para qué chuparse los dedos si con el tacto se perciben los sabores?  Al igual que eso de mojarse la punta de las yemas para pasar las páginas, mejor chuparlas directamente para que el gusto lea; Proust, Bernhard, Nietzsche... ¡Por fin pude masticar sus palabras! ¿Y qué decir de un olfato oyente? La bollería de mi barrio suena a Mozart multiplicado por Beethoven elevado a Brahms.
                  Sin embargo, eso solo fue la calma que precedió mi tormento.
                  Es decir, no todos los sonidos que nos rodean suelen ser «ruiseñoriales», cada día una «somanta palos» aguarda a las puertas de mis orejas. Y, a parte de fragancias, no oigo nada claro, ando metiendo la nariz en la boca de la gente para poder escuchar palabras emergiendo impresas en su aliento, y he de decirle que los caramelos de menta están pasados de moda. Además, ¿se imagina el olor de todo lo que mira? ¡Mi piso apesta a pintura! Y si no las manos, desde que saboreé aquella silla oxidada voy con guantes de limpieza, aunque tenga el sabor a goma perenne. Y la comida..., ¿sabe qué puede suponer ver comestibles machándose dentro de la boca? Esa visión me produjo un vómito que se aglutinó en mi cavidad bucal traumándome tanto que llevo una semana en ayunas.
              Incluso hacerle llegar este escrito ha sido una auténtica tortura; el repiqueteo de mi teclado produce agujas asesinas, la luz polarizada de mi portátil apesta a mofeta y cada vez que chupo la pantalla para ver qué he escrito sufro un calambrazo...
                    Así que, por favor, Madame, antes de que vengan los villancicos, lucecillas, comilonas, abrazos y velas perfumadas... ¡Ayúdeme!

                   En su magia reside mi única esperanza...

 EL ARLEQUÍN DE LOS SIN SENTIDOS  




Respuesta para Arlequín de los Sin Sentidos:

Bienvenido querido Arlequín de los sinsentidos, ya veo en qué devarío anda metido usted y espero, pero no desespero sacarle del agujero en el que se ha metido usted solito, amigo mío.
La esperanza es lo último que se pierde, como dice el dicho susodicho ¿verdad?... ¡Claro que sí, ánimoooo y al toro del tío Locomotoro! ¡Hágame caso y no el payaso! que se lo digo en serio y ya se está muriendo de risa sin cortapisa.

¿¿«Comer por los ojos»?? pardiez ¿no me habrá salido alcohólico, por un casual?... o es que ayer se zampó alguna mosca cojonera que le ha embotado el cerebro... Veamos a ver qué más males le acosan tan de cerca... ¡Cinco, nada menos! Si ya digo yo, que este consultorio me va a dejar ojiplasmática de la ciática que me va a dar un día con tanto cliente de ecuación tan polivalente y disfuncional.

A priori el viento sopló a su favor, descubriendo todo un mundo de color rosa, de olores paisajísticos maravilosos, caricias tan bien trinadas y tactos de mil sabores... ¡Nada como leer saboreando las magdalenas de Proust, masticar despacio para no atragantarse desde "El origen" pasando por "El sótano" notando "El aliento" y "El frío" de "Un niño"... Hasta degustar los bocados irreverentes de Nietzsche, masticando a Zaratustra ¡qué gozada!
¡Qué decir del olfato oyente, atraído por el aroma irresistible de la bollería de su barrio con notas flotantes aromáticas de música clásica!

En cambio, a posteriori la cosa cambió de color a peor, tras la «somanta palos», metiendo la nariz en la boca de la gente para escuchar palabras halitóxicas sin caramelo de menta que lo remedie. No, no quiero imaginarme ese tufo tan penetrante de la pintura en su retina cada vez que entra a su piso. Saborear una silla oxidada no se hace todos los días, como le está jugando el tacto tan mala pasada y encima con un monosabor a goma, que dista bastante del chicle de menta.
Esa sensación visual que menciona sobre «ver comestibles machándose dentro de la boca», también me contagió de vómito, por lo que amigo mío, si no solucionamos el problema lo veo ya hecho un auténtico fideo trashumante con crisis de identidad.

Esto no admite más demoras, por lo que voy a darle mis consejos tras mi tirada de Tarot, donde pintan espadas afiladas con caballos de bastos nefastos, La Torre bocabajo, La Templanza también invertida, El Juicio invertido, La Luna invertida, El Mundo invertido y El Colgado representando su fatal estado. Resumiendo la tirada me anuncia malísimos presagios, por lo que voy a darle una serie de advertencias y consejos que deberá cumplir si quiere recuperarse de esta grave distorsión neuronal, donde las conexiones sinápticas se han vuelto demasiado antipáticas y muy vagas por cierto.

1º.- Lávese los ojos en agua de lavanda y almizcle, esa que usa la cuchipanda de su ciudad natal, con flores de azahar del bazar singular donde observó por primera vez aquel juguete de sus sueños de infancia. Lávese temprano cuando clarea el día y los rayos ultravioletas distraen a las nubes pizpiretas.

2º.- Acaricie las cuerdas de una guitarra o las teclas de un piano, o si prefiere las caracolas del mar y déjese llevar por tan exquisita armonía hasta perderse en la sinfonía de las melodías que día a día le resucitarán el sonido en el oído.

3º.- Visite un jardín botánico de su ciudad, trate de localizar los árboles, plantas, arbustos y flores más aromáticas y realice unas cuantas inhalaciones y espiraciones acompasando el ritmo cada vez más lento y déjese atrapar por tan bella visión, disfrutará de esencias y aromas increíbles pero muy efectivos para devolverle el olfato a su nariz. En su defecto lance directamente sobre los cuadros o imágenes preferidas, que tenga en su casa, o de los del museo si no le ven los guardias de seguridad, aquel frasco de colonia que le quitaba el sentido antes de la perturbación.

4º.- Escuche atentamente el espectacular descorche de una botella de cava o champán (según prefiera) para desembotar sus oídos y que pacten una separación de mutuo acuerdo con su compadre "gusto", que se coló en la fiesta sin ser invitado.

5º.- Deguste no solo el envase sino el contenido de una caja de bombones, suaves y extrafinos para el tacto más exigente y eficiente. Puede elegir tamaño, textura y cuanto necesite para inspirar confianza a su tacto y luego devolverle a su lugar de destino antes del desatino.

Bendecidos saludos y mucha suerte.


6 comentarios:

  1. Mi estimado colaborador y artífice de este ingenioso personaje, que nada más saludarlo en mi gabinete, supe de su gravísimo megautohipopotanismo, lo cual me produjo un ataque apoplético que gracias a la mágica intervención de mi insigne Rayo Dorado, puede sujetarme de buen grado y mejor curvatura, con lo que recuperé la compostura para sacarle de semejante aprieto pero no ahogo.
    Quiero expresarle mi gratitud por hacerme un hueco entre estas Cuatro Esquinas del blog, algo que me alegra muchísimo y ojalá que otros lectores tomen buena nota y se animen a unirse a este juego de sonrisas e imaginación.

    Me inclino a sus pies y ya sabe que le haré descuento en su próxima consulta.

    De parte de mi jefa y directora del proyecto, le envía un abrazote enorme.

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  2. Mi queridísima Madame, sepa que le estoy muy agradecido por su inestimable amabilidad, mi amigo por fin puede salir de la tinaja de donde lo tenía metido. Sepa que ese descuento lo tendré presente si el arlequín precisa de sus servicios, o si otro de mis singulares conocidos necesita de sus consejos. Un abrazo y hasta la próxima!

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  3. ¡Justo vengo del consultorio de Madame! Espero y deseo que los sinestésicos problemas del consultante hayan sabido ser resueltos con el sabio remedio que ese oráculo de la sabiduría es capaz de ofrecer. Un abrazo a ambos.

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    1. Creo que sí que está mejor, el pobre, aunque no sé qué decirte... veces sufro del mismo mal, así que... Por lo menos tenemos a la Madame para que nos eche un remedio y varias risas.
      Gracias por pasar.

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  4. En menudo problemón andabas o andas metido, Pepe. Suerte que Madame Santal te ha cedido alguno de sus remedios, ;)
    Qué bueno y divertido, enhorabuena a los dos, ha sido fantástico leerlo.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Irene, no lo sabes bien, es algo que no se lo deseo a nadie, je, je.
      Me alegró que te gustara, la verdad es que ha sido muy divertido.
      Un abrazo.

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